‘Juan Villoro y los jóvenes’ comparten experiencias

La Filey ha llegado a su quinto día. Cinco jornadas de lecturas, anécdotas y juventud en busca de conocer nuevas palabras.
Este evento ha sido desde hace varios años en Yucatán el puente perfecto entre los jóvenes, el arte y la lectura; y para muestra el encuentro que tuvieron este miércoles el escritor Juan Villoro y cientos de estudiantes yucatecos en la conferencia titulada ‘Juan Villoro y los jóvenes’, en el marco de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán 2016.
Allí, el creador, quien ha sido la ‘estrella’ de esta edición de la feria, charló con los estudiantes sobre su acercamiento con los libros; su relación con Yucatán y la manera en cómo llegó a ser, hoy por hoy, uno de los creadores más laureados de la literatura mexicana.
Villoro comenzó la charla minutos después de las once de la mañana ante una audiencia compuesta en su gran mayoría por alumnos de preparatorias.
En un principio platicó sobre su peculiar acercamiento al mundo literario.
A pesar de tener en casa a un papá dedicado a la filosofía, no fue hasta sus quince años cuando se sintió atraído por los libros y la escritura.
Contó que el primer texto en maravillarle fue ‘De Perfil’, del escritor guerrerense José Agustín.
La novela fue un acercamiento a su propia experiencia de vida, ya que cuenta la historia de un joven amante del rock que recorre la Ciudad de México, y cuyos padres atraviesan un divorcio. Por esta misma situación pasó Villoro en su adolescencia, por lo que esta novela representó un marcaje que lo encarriló a las letras, y una de las razones por la que tiempo después decidiría convertirse en escritor.
También habló de su relación con Yucatán, especialmente de su abuela, quien vivió en Progreso y fue otra de las experiencias de vida que acercaron al autor del » El Libro Salvaje» al mundo de las palabras.
Villoro confesó a la audiencia que conoció a Yucatán por medio de las charlas con su abuela. Ella le platicaba ‘historias fantásticas’ de los mayas y piratas, y de cómo se vivió la Revolución Mexicana desde la península.
El también periodista habló sobre su experiencia con el lenguaje y el futbol, ideas que entusiasmaron a varios de los jóvenes asistentes.
Compartió que también debe su gusto por el lenguaje al cronista deportivo Angel Fernández, y que de pequeño imitaba con cuchara en mano sus narraciones futbolisticas y la manera de ponerles motes a equipos, como lo hizo con El Rebaño Sagrado y La Máquina Celeste, refiriéndose al Guadalajara y al Cruz Azul, respectivamente, apodos que continúan ocupando los aficionados de dichos equipos.
Con estas ideas Villoro comprendió la trascendencia de las palabras con las cuestiones cotidianas, como lo es el futbol.

El escritor se despidió de los jóvenes asegurándoles del valor de la lectura en su formación. Muchos de los bachilleres salieron entusismadados y comentando las anécdotas recién escuchadas. Incluso uno confesó para sus compañeros: «Al principio no le presté atención pero me llamó mucho la atención todo lo que dijo de Yucatán. Creo que conseguiré sus libros».

Sin duda, Villoro logró con esta breve charla una de sus intenciones como escritor y promotor de la lectura: acercar un poco más a los jóvenes a esta «Nave de los Locos», sobrenombre con el que mismo escritor se refirió a la Filey.