Labios resecos, ¿qué hacer en este caso?

La resequedad es manifestación de falta de hidratación en los labios, pues éstos se resecan más rápido y más fácilmente que cualquier otra parte del cuerpo al carecer de glándulas sebáceas y sudoríparas que, en el resto del organismo, evitan la evaporación de la humedad.
Además, los labios contienen menos melanina y que-ratina, sustancias que protegen la piel de los rayos solares y otros factores como:
Contacto con el frío y viento.
Beber poca agua.
Deficiente consumo de vitaminas A y E en la alimentación.
Clima caluroso.
Ingerir alimentos o bebidas muy fríos o muy calientes.
Respirar por la boca.
Tabaquismo.
Signos de resequedad labial
Es sencillo identificar unos labios resecos, pues ante alguno o varios de los factores mencionados presentan:
Formación de grietas (labios partidos).
Desprendimiento de la piel.
Ardor.
Prevención, lo mejor para tener labios besables
Combate la resequedad labial y conserva unos labios besables con las siguientes medidas:
Antes de salir al aire libre, aplícate diariamente humec-tantes labiales que contengan protector solar con factor 15 o superior.
Evita usar lápices labiales indelebles (cuyo efecto dura, en promedio, 8 horas) porque tienden a resecar más la piel y facilitan la aparición de grietas en los labios.
Bebe mucha agua (8 a 10 vasos al día) para compensar la falta de hidratación en los labios, sobre todo en climas calurosos o invierno. Es muy importante humectar tu piel desde el interior de tu organismo.
La vitamina A es necesaria para el desarrollo de los huesos y el buen estado de las células de mucosas y piel que te ayudarán a tener labios sanos.
Consúmela en alimentos como hígado, pescado, yema de huevo, mantequilla y queso, así como en melón, zanahoria, mango y espinacas.
A su vez, la vitamina E ayuda a que la vitamina A no se destruya, al mismo tiempo que proporciona oxígeno al organismo y retarda el envejecimiento celular. Frutas y verduras como ciruela, espinacas, plátano, manzana, espárragos y aguacate la contienen naturalmente.
También puedes optar por complementos vitamínicos y alimenticios que te ayuden a suplir la deficiencia de estas vitaminas. Impide el contacto de tus labios con alimentos salados, picantes o bebidas ácidas, sobre todo si son sensibles.
Después de bañarte en el mar o alberca, lava tus labios con agua limpia.
En invierno, es recomendable usar un humidificador tanto en casa como en el trabajo para evitar los labios resecos.
Lamer o morder los labios empeora la resequedad labial debido a que la saliva contiene enzimas digestivas que, pese a no ser demasiado fuertes, pueden lastimar más los labios partidos.
Algunas pastas dentales y enjuagues bucales pueden provocar grietas en los labios de personas alérgicas o sensibles a estas sustancias, pero pueden utilizar el cepillo dental solo o con bicarbonato de sodio.
Exfólialos al menos una vez a la semana, puedes usar azúcar para mantener labios besables. Tratamiento de los labios resecos. Además de aplicarte humectantes labiales y lipsticks con vitaminas A y E, es recomendable frotar suavemente los labios con un cepillo dental y vaselina, en lapsos de 2 ó 3 minutos cada tercer día. ¡Verás que con estos consejos tendrás labios sanos!.
Si te preguntas por qué se resecan los labios, tan sólo piensa en todos los factores a los que se enfrentan día a día: saliva, polvo, frío o calor, Sol, viento y alimentos irritantes, entre otros.
Todos ellos afectan la salud de los labios y, por tanto, su apariencia. ¡Conoce cómo protegerlos y conservar tus labios sanos!. Sonrisa seductora y labios suaves son foco irresistible del encanto personal.
Sin embargo, no siempre sucede así, ya que durante determinadas épocas del año esta parte del rostro se ve amenazada por factores como frío, polvo, viento y cambios de temperatura.