La obra maestra de Rubens ‘Lot y sus hijas’ se subastará

La obra del maestro flamenco Peter Paul Rubens (1577-1640) «Lot y sus hijas», cuyo valor podría alcanzar más de 20 millones de libras (28.4 millones de dólares), saldrá a subasta en Londres el próximo 7 de julio, anunció hoy la casa Christie’s.
El óleo, ejecutado entre 1613 y 1614, no se ha exhibido hasta ahora en público, y podrá contemplarse en Nueva York, del 8 al 12 de abril, y Hong Kong, del 26 al 30 de mayo, antes de ser subastado en la capital británica.
La pintura ha sido puesta a la venta por los descendientes del barón alemán Moritz von Hirsch auf Gereuth, que la adquirió en 1886. El archiduque José I de Hasburgo se la había regalado antes, en 1706, al primer duque de Marlborough.
«Se trata de una extraordinaria obra maestra que el artista pintó en su madurez temprana. Es una de las pinturas más importantes de Rubens que han permanecido en manos privadas», señaló la casa Christie’s en un comunicado. Rubens es uno de los artistas más valorados en el mercado del arte y marcó un récord de cotización en 2002, cuando «La masacre de los inocentes» se vendió en Sotheby’s por 49.5 millones de libras (70.5 millones de dólares al cambio actual).
«Lot y sus hijas» pertenece a la misma etapa artística de «La masacre», antes de que el maestro comenzara a apoyarse más en sus asistentes para terminar sus obras, y se conserva en excelentes condiciones.
Cuando pintó la imagen, el artista flamenco ya había adquirido reputación en el panorama artístico europeo.
Había trabajado en Roma, en la corte de Vicente I Gonzaga y, en 1609, había sido nombrado pintor de la corte en Bruselas por los archiduques Alberto e Isabel.
Fue durante ese periodo cuando produjo algunos de sus trabajos más reconocidos, incluidos el tríptico «La elevación de la cruz» (1610-1611) y «El descenso de la cruz» (1611-1614).
En «Lot y sus hijas», Rubens recuperó una temática del Antiguo Testamento que había inspirado a numerosos artistas desde el Renacimiento, entre ellos Lucas van Leyden, Jan Massys, Joachim Wtewael y Hendrick Goltzius. Peter Paul Rubens (Siegen, Sacro Imperio Romano Germánico, actual Alemania, 28 de junio de 1577-Amberes, Flandes (Países Bajos Españoles), actual Bélgica, 30 de mayo de 1640), también conocido como Pieter Paul, Pieter Pauwel, Petrus Paulus, y, en español, Pedro Pablo Rubens,1 fue un pintor barroco de la escuela flamenca. Su estilo exuberante enfatiza el dinamismo, el color y la sensualidad. Sus principales influencias procedieron del arte de la Antigua Grecia, de la Antigua Roma y de la pintura renacentista, en especial de Leonardo da Vinci, de Miguel Ángel, del que admiraba su representación de la anatomía,2 y sobre todo de Tiziano, al que siempre consideró su maestro y del que afirmó «con él, la pintura ha encontrado su esencia». Trató una amplia variedad de temas pictóricos: religiosos, históricos, de mitología clásica, escenas de caza, paisajes, retratos; así como dibujos, ilustraciones para libros y diseños para tapices (series de La Historia de Decio Mus, La Historia de Constantino, El Triunfo de la Eucaristía y La Historia de Aquiles). Fue el pintor favorito del rey Felipe IV de España, su principal cliente, que le encargó decenas de obras para decorar sus palacios y fue el mayor comprador en la almoneda de los bienes del artista que se realizó tras su fallecimiento. Como consecuencia de esto, la mayor colección de obras de Rubens se conserva hoy en el Museo del Prado, con unos noventa cuadros (la cifra concreta varía según las fuentes puesto que la autoría de algunas de las obras está en discusión), la gran mayoría procedentes de la Colección Real. Poseía una amplia formación humanista y tuvo siempre un profundo interés por la Antigüedad clásica. «Estoy convencido de que para lograr la mayor perfección en la pintura es necesario comprender a los antiguos», afirmaba. Dominaba diversas lenguas, incluido el latín, y llegó a ejercer como diplomático entre distintas cortes europeas.6 Fue además ennoblecido tanto por Felipe IV de España como por Carlos I de Inglaterra. Fue el pintor favorito del rey Felipe IV de España, su principal cliente, que le encargó decenas de obras para decorar sus palacios y fue el mayor comprador en la almoneda de los bienes del artista que se realizó tras su fallecimiento. Como consecuencia de esto, la mayor colección de obras de Rubens se conserva hoy en el Museo del Prado, con unos noventa cuadros (la cifra concreta varía según las fuentes puesto que la autoría de algunas de las obras está en discusión), la gran mayoría procedentes de la Colección Real. En el siglo XVI, Amberes (la capital de Flandes) era un gran centro de negocios gracias a su importante puerto. A éste llegaban mercancías de diversos países y en él operaban comerciantes genoveses, venecianos, portugueses y españoles, entre otros. La pintura siguió las nuevas tendencias del Renacimiento gracias a las aportaciones procedentes de Italia, que se extendieron por todos los Países Bajos. Durero conoció al pintor Quentin Metsys, a Joachim Patinir y al grabador Lucas van Leyden durante su viaje por estas tierras en el año de 1520. El arte flamenco fue influido paulatinamente por el manierismo y luego por el naturalismo, que se fusionaron con su propia tradición. Con la llegada de Pieter Brueghel el Viejo, el arte flamenco tomó un rumbo más fuerte. Partiendo de su manejo del realismo flamenco, unido al conocimiento que poseía de la pintura renacentista italiana, Rubens construyó una expresión pictórica innovadora, inscrita ya en el barroco.