Glaucoma, pérdida de la visión lenta y progresiva

Tanto la cámara frontal (anterior) como la trasera (posterior) del ojo están llenas de humor acuoso. Normalmente este fino fluido es producido en la cámara posterior, pasa por la pupila hacia la cámara anterior y luego sale del ojo a través de unos canales específicos (canales de salida). Si la corriente de fluido resulta interrumpida, la presión aumenta.
En general, el glaucoma no tiene causa conocida, sin embargo, en ocasiones afecta a miembros de una misma familia.
Los factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad son:
Antecedentes familiares de glaucoma.
Miopía alta.
Uso de ciertos medicamentos (corticoides, por ejemplo).
Síntomas
Si los canales de salida están abiertos, el trastorno recibe el nombre de glaucoma de ángulo abierto; si están bloqueados por el iris, la enfermedad se denomina glaucoma de ángulo cerrado.
En términos generales, los síntomas característicos son:
Glaucoma de ángulo abierto. El fluido drena muy lentamente desde la cámara anterior. La presión se eleva poco a poco (casi siempre en ambos ojos) lesionando el nervio óptico y causando una lenta pero progresiva pérdida de la visión.
La pérdida de la visión comienza en los extremos del campo visual y, si no se trata, acaba extendiéndose por todo el resto del campo visual hasta que produce ceguera.
Este tipo de glaucoma es el más frecuente y suele presentarse en personas después de los 35 años. Además, tiende a aparecer en varios miembros de una familia y es más común en personas con diabetes o miopía.
Glaucoma de ángulo cerrado. Provoca ataques súbitos de aumento de presión, en general, en un ojo.
En las personas que padecen este problema, el espacio entre la córnea y el iris (por donde el fluido sale del ojo) es más estrecho de lo normal.
Cualquier factor que provoque la dilatación de la pupila puede hacer que el iris bloquee el drenaje de fluido, ocasionando que la presión intraocular aumente intempestivamente.
Un episodio de glaucoma de ángulo cerrado produce síntomas repentinos, por ejemplo, provoca ligero empeoramiento de la visión, halos de color alrededor de las luces, dolor de cabeza y en el ojo.
Las molestias pueden durar sólo unas pocas horas antes de que aparezca un ataque más grave que produce rápida pérdida de la visión, así como repentino y agudo dolor pulsátil en el ojo.
Asimismo, náuseas y vómito son comunes y pueden sugerir al médico que se trata de trastorno digestivo. El párpado se hincha y el ojo se torna lloroso y rojo; la pupila se dilata y no se cierra normalmente en respuesta a luz intensa.
Si bien los síntomas pueden desaparecer con medicamentos, los ataques suelen repetirse y en cada uno de ellos el campo visual se reduce más.
Diagnóstico
Los exámenes regulares de los ojos son fundamentales para detectar glaucoma lo suficientemente temprano para un tratamiento exitoso.
Por tanto, se recomienda realizarse evaluaciones de manera rutinaria cada 2 a 4 años después de los 40 años de edad, y cada 1 a 2 años después de los 65 años.
Si el médico sospecha que la persona sufre de glaucoma, puede practicar serie de estudios para detectar cualquier signo, como tonometría, examen del nervio óptico.
Tratamiento
El tratamiento inmediato en etapas iniciales del glaucoma de ángulo abierto puede demorar el progreso de la enfermedad. Dependiendo de las características y necesidades del paciente, el médico suele considerar una terapia que incluye medicamentos, cirugía láser, cirugía convencional o una combinación de cualquiera de estos métodos.
Prevención
Si bien la detección temprana de la enfermedad no restablece la visión que ya se ha perdido, el tratamiento oportuno puede detener un deterioro adicional.
En este sentido, es muy importante utilizar gotas para glaucoma exactamente como se prescriben para controlar la presión del ojo.
Omitir, incluso, unas cuantas dosis puede empeorar la enfermedad.
A fin de reducir al mínimo la absorción de las gotas para los ojos hacia el torrente sanguíneo (y por tanto la posibilidad de efectos secundarios), se recomienda al paciente que cierre los ojos durante uno o dos minutos después de aplicar el medicamento, presionar ligeramente en el ángulo del ojo cerca de la nariz, y eliminar cualquier gota residual de los párpados. El glaucoma es trastorno en el cual aumenta la presión dentro del globo ocular, dañando el nervio óptico y causando pérdida de la visión de manera lenta y progresiva.