Vecinos de Hogares Ferrocarrileros se pronuncian en defensa de Cura

A nuestro sacerdote lo han difamado mucho y no queremos estar soportando a esas personas que tanto hablan mal de él, sin ningún fundamento, los sacerdotes que son señaladas con falsas acusaciones, deben tener derecho a réplica y este es el caso del padre Gilberto Alvarado Martínez, perteneciente a la parroquia del Santo Niño de Atocha de la colonia Hogares Ferrocarrileros.
El padre Gilberto en ningún momento estuvo presente en este abuso sexual, no es justo que se le siga tratando de esta manera, «ellas dicen y aseguran que un padre la violó y que el padre Gilberto se dio cuenta, nosotros no creemos eso como va a estar presentes en estos actos».
También está señora acusa al Sacerdote de complicidad con el Cura que Asegura violo a su Hija, asegurando de igual manera que mando matar al sacristán.
Además pedimos que a esas mujeres las sometan a un tratamiento psicológico para que les den una lavada de cerebro, porque la dignidad de una persona no se puede difamar, ni pisotear de esa forma, sin tener pruebas fidedignas.
Pedimos a quien manejó esta mala información que investigue, ya que la parroquia esta soportando todos los falsos señalamientos que se hicieron en contra de la religión y de nuestro sacerdote, porque aceptó sacar una mala información.
Tiene cinco años en la parroquia y cuando paso la violación él no estaba aquí en San Luis Potosí, «además de que la actitud de estas señoras demuestra que no están bien de la cabeza».
Además de que la misma madre de familia expuso a su hija en esta situación porque la vestía muy provocativa a su corta edad de 15 años, María Esther N. fue quien denunció el padre Gilberto, «en la forma en la que la arreglaba nos hacía pensar a todos que no la estaba vendiendo».
Los vecinos de la colonia están dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para evitar que el padre Gilberto sea removido de su puesto, ya que ellos no quieren que se lo lleven de este lugar al que a ayudado a crecer en muchos proyectos.
«Yo nada más quiero decir que hace más ruido un árbol que cae, que un jardín que florece».
El sacristán Don Gero tenía problemas mentales, su situación médica lo hizo tomar la puerta falsa y el decidió suicidarse, «es una mentira que el padre Gilberto lo mando matar, si esto fuera cierto creen que hubiera permitido que se velará en la iglesia y que se le mandara decorar tan bonito y se le mandara hacer una cruz de madera tan hermosa».
Las señoras que están levantando estos falsos aún están molestando a la familia del difunto ya que la señora le lleva cartas a nombre de la PGR y la hemos visto cuando las deja en este lugar, «no es justo que ni a los muertos dejen descansar».
El tenía ya intensión de suicidarse desde hace tiempo y ya había tomado varias cosas para cometer su objetivo y una de tantas pudo quitarse la vida.tantas pudo quitarse la vida.