Desfibrilador portátil: La máquina que salva vidas

A nivel mundial, el paro cardiaco súbito es una de las principales causas de fallecimientos en adultos entre 35 y 45 años de edad (particularmente entre los hombres); sin embargo, este desenlace podría cambiar en muchos casos si la atención inmediata de primeros auxilios para las víctimas incluyera el uso de un desfi-brilador portátil.
Técnicamente conocido co-mo desfibrilador externo automático (DEA), este aparato portátil envía impulsos de corriente eléctrica al corazón de manera sincronizada y con una intensidad determinada; se utiliza en caso de fibri-lación ventricular, es decir, cuando el ritmo cardiaco se vuelve anormal (arritmia) y puede ser potencialmente mortal.
Problemas para la salud del corazón
Para bombear la sangre a través de las arterias hacia pulmones, cerebro y otros órganos, el corazón depende del buen funcionamiento de aurículas y ventrículos.
La aurícula derecha recibe la sangre que es enviada a los pulmones a través del ventrículo derecho, donde se oxigena para luego viajar hacia la aurícula izquierda y ser conducida a través del ventrículo izquierdo al resto del organismo. Este ciclo se repite entre 70 y 80 veces por minuto (constituye la frecuencia cardiaca), pero si se interrumpe, incluso por algunos segundos, puede presentarse un desmayo (síncope) o paro cardiaco. La fibrilación es una contracción o temblor incontrolable de fibras musculares (fibrillas); si se presenta en las cámaras bajas del corazón, se denomina fibrilación ventricular y puede generar muerte cardiaca súbita. La causa más común de fibrilación ventricular es un ataque al corazón, aunque puede presentarse en cualquier momento que el músculo del corazón (miocardio) no reciba suficiente oxígeno; en cuestión de minutos o hasta una hora antes de que ocurra, la víctima puede experimentar dolor torácico, mareo, náuseas, latidos cardiacos rápidos (taquicardia ventricular) y dificultad para respirar.
Desfibrilador portátil: electroshock al corazón
La fibrilación ventricular es una emergencia médica y debe tratarse de forma inmediata para salvar la vida del paciente; para ello, es necesario aplicar desfibrilación cardiaca mediante electrochoque rápido a través del pecho, lo cual puede hacerse con un desfibrilador externo automático (DEA). Por su avanzada tecnología, este aparato puede identificar de manera rápida cualquier arritmia cardiaca que requiera una descarga eléctrica. Cabe señalar que si el equipo detecta ritmo cardiaco irregular y avisa al operador para que libere la energía, se trata de un desfibrilador externo semiautomático (DESA), mientras que las versiones automáticas no requieren la intervención del operador para liberar la energía. En cualquiera de estas presentaciones, este equipo puede ser utilizado por personal no sanitario, de tal forma que siguiendo sus indicaciones, el individuo sea capaz de usarlo en una víctima de paro cardiaco súbito.
En la actualidad, la tendencia es colocar al menos un equipo para reanimación por desfibrilación en lugares concurridos, a fin de evitar los episodios de muerte súbita, ya que su efectividad es máxima en el momento inicial.
La cardioversión eléctrica (método para retornar un ritmo cardiaco irregular a la normalidad) puede llevarse a cabo mediante un desfibrilador externo automático, moderno aparato que libera una descarga desde fuera del cuerpo. Cabe señalar que el uso de este aparato debe contemplarse mientras se brinda reanimación cardiopulmonar (RCP) básica, lo cual puede ayudar a mantener a la víctima en las mejores condiciones para que pueda ser atendida posteriormente por personal de emergencia.

Paro cardiaco súbito, Reanimación cardiopulmonar

Reanimación por desfibrilación: clave para la salud del corazón
La desfibrilación ventricular temprana es determinante para que una persona logre sobrevivir a un paro cardiaco, pues expertos aseguran que las posibilidades de conseguir una desfibrilación exitosa se reducen 10% por cada minuto que se retrase la misma.

El tiempo que transcurre entre el momento del paro cardiaco súbito y el uso del desfibrilador portátil es determinante para la supervivencia de la víctima, en otras palabras, a menor tiempo, mayor es el porcentaje de personas que superan este tipo de episodios.

Para utilizar un DEA, los expertos recomiendan los siguientes pasos:

Cerciorarse de que el paciente no esté mojado. Antes de encender y usar el equipo, asegúrate que la víctima no esté mojada; en caso contrario, es necesario secarla y si hay agua en el área cercana, llévala a un lugar seco (podría lesionarse gravemente si recibe la descarga en contacto con el agua, pues ésta conduce la electricidad).
Encender el desfibrilador portátil. Al entrar en funcionamiento, el aparato brinda instrucciones sobre la manera de actuar; la mayoría indican que los cables de los parches deben ser conectados al equipo (generalmente en un sitio próximo a una luz que parpadea).
Preparar el área del pecho. Debes retirar ciertos objetos de la víctima antes de colocar los parches del desfibrilador, por ejemplo, su camisa o playera, el vello del pecho (si es abundante, es necesario afeitarlo), joyas o accesorios de metal. También es preciso verificar si hay signos que indiquen la presencia de un aparato implantado en el paciente, como un marcapasos.
Colocar los parches. Los electrodos consisten en dos parches adhesivos; el aparato indica que uno debe colocarse debajo de la clavícula, en el lado superior derecho del pecho desnudo de la víctima, y el otro en el lado izquierdo, en la base del corazón, un poco hacia el costado. Si la persona cuenta con un aparato implantado o, por ejemplo, un piercing, debes colocar los parches a 2.5 cm de ellos.
Realizar un análisis. Después de haber colocado los parches correctamente, debes hacer que todos los testigos despejen el área en la que se encuentra la víctima; posteriormente, presiona el botón «analizar» del aparato para que detecte el ritmo cardiaco del paciente. A continuación, el DEA indicará si se necesita una descarga eléctrica o debes seguir realizando reanimación cardiopulmonar (si la persona no requiere una descarga, significa que ha recuperado su pulso o cuenta con un ritmo cardiaco que no debe someterse a choque eléctrico). Si el aparato muestra el mensaje «no se recomienda una descarga», debes seguir realizando la RCP hasta que llegue el equipo de emergencia.
Aplicar electroshock. Si el DEA indica que debes aplicar una descarga a la víctima, presiona el botón descarga (shock), el cual enviará una corriente eléctrica por medio de los parches (electrodos), a fin de reanimar el corazón.
Continuar la reanimación cardiopulmonar. Tienes que seguir realizando la RCP después de haberle aplicado la descarga a la víctima por 2 minutos más, luego deja que el DEA vuelva a verificar la presencia de un ritmo cardiaco; sigue haciéndolo hasta que llegue el equipo de emergencia.
El manejo adecuado de un desfibrilador externo automático es de vital importancia, por lo que contar con uno en instalaciones deportivas, gimnasios, centros educativos o de trabajo e, incluso, en el hogar, es una inversión inteligente.

Además, es recomendable que jóvenes y adultos tomen cursos de primeros auxilios que incluyan información de cómo utilizar un desfibrilador para tener nociones básicas sobre esta máquina salva vidas y, desde luego, conocer también las medidas para mantenerlo siempre en buenas condiciones para cualquier eventualidad.