Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León, reconoció que los hechos en el penal de Topo Chico ha sido la crisis más difícil en lo que va de su gobierno, pero afortunadamente ya se tomó control de la situación, y añadió que se seguirá trabajando duro para dar resultados, así lo dio a conocer en entrevista con Adela Micha en Imagen Informativa, Primera Emisión.
El problema del gobierno es que no contaba con los recursos, además de que se ha estado haciendo de manera lenta la transición de reos a los penales federales, sin embargo, no cuentan con los suficientes recursos para solventar los gastos de más custodios”.
Aunque agregó que dos semanas antes de los hechos se estaban haciendo nuevos reclutamientos.
“El penal de Topo Chico es muy viejo, con más de 70 años, que se hizo para borrachitos, rateros y gente con problemas de violencia familiar, sin embargo, en los últimos años se comenzó a llenar con gente de alta peligrosidad y que además provenían de otros estados de la República”, dijo el gobernador de Nuevo León.
Comentó que ya platicó con el secretario de Hacienda para presentarle un proyecto y sacar al penal de Topo Chico de la ciudad, le estaría solicitando un arrendamiento financiero. También se refirió al convenio con el Ejército para reforzar la seguridad en el penal de Topo Chico.
Rodríguez Calderón, mencionó que la policía y el Ejército no pueden estar dentro de los penales, solamente custodios y así lo establece el Sistema Penitenciario.
Por otra parte, comentó que en octubre del año pasado se reunió tanto con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, como con el secretario de la Defensa Nacional, para acordar una colaboración completa. Añadió que el día de hoy se presentarán a tres mil nuevos elementos de la policía militar en la entidad.
Además agregó que el convenio que se tenía con el Ejército era que se le proporcionaban 500 elementos militares al estado para la seguridad y patrullaje,no era exclusivamente para los penales.