5 Tipos de cáncer que son el «coco» de la salud infantil

El cáncer es la segunda causa de muerte entre niños de 5 a 14 años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cerca de 160,000 nuevos casos de cáncer infantil se detectaron en 2012, de los que aproximadamente 90,000 fallecieron. Mientras que en México se registran 3,800 casos al año, donde los más comunes son leucemia, linfoma y tumores cerebrales.
Leucemia, cáncer de los glóbulos blancos
Este es el tipo de cáncer más común que afecta la salud infantil. Aparece cuando el cuerpo produce gran cantidad de glóbulos blancos anormales que no realizan sus funciones en forma adecuada, pues al invadir la médula destruyen las células sanas de la sangre, provocando anemia, infecciones o moretones generalizados.
Tener hermanos con esta enfermedad, algunos trastornos genéticos y haber recibido tratamientos con radiación o quimioterapia son factores de riesgo importantes para desarrollar leucemia. Afortunadamente, en la actualidad 7 de cada 10 niños con este padecimiento pueden conservar vida y salud, gracias a los avances médicos en el tratamiento de cáncer.
Linfoma, cáncer que afecta al sistema defensor
Cuando los linfocitos (tipo de glóbulo blanco) se multiplican de manera anormal contribuyen al desarrollo de tumores cancerosos que agrandan los ganglios, los cuales conforman el sistema linfático, red de circulación del organismo que entre sus principales funciones está la de contribuir a formar y activar el sistema inmunitario (las defensas del organismo).
Existen dos variedades principales de este tipo de cáncer: linfoma de Hodgkin y No-Hodgkin, ésta última es más frecuente en niños, afectando timo, intestino delgado o glándulas linfáticas de cualquier parte del cuerpo.
Tumores cerebrales peligrosos cuando son malignos
Los tumores sólidos más frecuentes en los niños son aquellos que se desarrollan en cerebro y médula espinal, los cuales pueden ser benignos y extirpados mediante cirugía sin causar mayores complicaciones. Pero cuando son malignos, resultan muy peligrosos porque invariablemente se trata de cáncer y a diferencia de otros tipos de cáncer infantil no se ha avanzado tanto en su cura y son de difícil diagnóstico.
Sarcoma del tejido blando, muy agresivo con los niños
La vida y salud de los pequeños está particularmente en peligro cuando desarrollan cáncer en tejidos blandos, ya que es extremadamente maligno, no solo por afectar músculos, tendones, grasa y vasos sanguíneos, sino por su rápido crecimiento y causar dolor y opresión en otros órganos.
El rabdomiosarcoma es el tipo más frecuente en los niños y aunque puede presentarse en cualquier parte del cuerpo, suele encontrarse en cabeza, cuello, brazos, piernas o tracto genitourinario. Aunque su origen es desconocido se vincula con exposición a químicos, enfermedades genéticas o haberse sometido a radioterapia.
Osteosarcoma, cáncer infantil que se origina en los huesos
Por lo general, se desarrolla a partir de los osteoblastos (células que forman el tejido óseo), debido a lo cual afecta con mayor frecuencia a adolescentes que están experimentando crecimiento rápido en altura. Comúnmente, 85% de los adolescentes que lo padecen tienen tumor en brazos o piernas, la mitad de ellos en la región de la rodilla.
Aunque existen otros tipos de cáncer que con el tiempo se pueden extender a partes del esqueleto, éste es uno de los pocos que de hecho comienzan en los huesos y a veces se extienden a otras zonas, por lo general a los pulmones u otros huesos.
Presentar fiebre prolongada de causa inexplicable.
Sudoración excesiva, sobre todo por las noches.
Tener aumento de volumen o abultamiento en cualquier parte del cuerpo.
Perder peso.
Dolor de cabeza y/o de huesos.
Palidez y fatiga progresiva.
Manchas rojas o sangrado en cualquier parte del cuerpo.
Moretones sin causa aparente.
Reflejo blanco dentro del ojo.
Aumento de tamaño del ojo que puede acompañarse de enrojecimiento.
Ganglios de crecimiento progresivo.
Vómito, acompañado de dolor de cabeza, mareo y pérdida del equilibrio.
Otorrea persistente (secreción en el oído).
Cabe señalar que el cáncer infantil es curable en 70% de los casos detectados a tiempo, para lo cual es primordial saber identificar sus síntomas. Sin embargo, para un diagnóstico preciso los especialistas realizan pruebas sanguíneas y examen de tejidos y tumores (biopsia), a fin de personalizar la terapia correspondiente.

El tratamiento de cáncer está basado en el tipo y zona del cuerpo que afecta, no obstante, es común que los especialistas recurran a la cirugía para extirpar tumores cancerosos, así como quimioterapia y radioterapia, cuyo pronóstico de recuperación es favorable si fue detectado en etapas iniciales. Asimismo, trasplantes de células madre y médula ósea también son alternativas para cuidar la salud infantil.