Reos salían a realizar «trabajos»; ONG acusa al «Bronco» de omisión

Internos que salían del reclusorio a realizar “trabajos”, secuestros de internos por internos, autogobierno, cobro de piso, red de prostitución, cámaras de seguridad caducas, escáners inservibles, falta de inhibidor de señal de celulares y un sistema de seguridad obsoleto son parte de las irregularidades que la organización civil Renace había señalado desde que era candidato a la gubernatura de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón.
En entrevista con Grupo Imagen Multimedia, el director de Renace, Martín Carlos Sánchez Bocanegra, señaló que durante las campazñas a la gubernatura de la entidad se obligó a los candidatos —incluido El Bronco— a firmar 10 acuerdos para tomar el control de las cárceles, con la finalidad de evitar hechos violentos. Dentro del acuerdo se dio la información de las irregularidades que tenía el penal estatal de Topo Chico.
Ya sabíamos que por la cantidad de personas de la delincuencia organizada que estaban detenidas, por la sobrep oblación, por la falta de atención, por qué no había suficiente seguridad dentro del reclusorio, en cualquier momento podía suceder un hecho violento e iba a ser fatal por las pobres condiciones que tiene la infraestructura del reclusorio, iba a ser fatal y la verdad no nos imaginamos tan drástica la situación, pero había muchos indicadores que pusimos sobre la mesa muchas veces”.
Dentro de los testimonios de internos del reclusorio estatal, recabados por esta organización civil —dedicada al mejoramiento de justicia en México y crear progra mas de reinserción social en reclusorios—, era reiterada la queja sobre el actuar de los integrantes de la organización criminal de Los Zetas, quienes obligaban a los internos a pagar de 500 a 10 mil pesos por cobro de piso y extorsión a la semana. Dentro de las irregularidades reportadas, que le dieron a conocer desde hace cinco meses al actual gobernador, fue la salida del penal de integrantes del crimen organizado.
para realizar “trabajos”, bajo la anuencia de funcionarios penitenciarios del reclusorio de Topo Chico; además de una red de prostitución de internas que eran obligadas por Los Zetas dentro de los penales” a estar con hombres y mujeres.