Al recibir a su Santidad el Papa Francisco en Palacio Nacional, el presidente Enrique Peña Nieto destacó el papel reformador que éste ha encabezado al frente de la Iglesia Católica.
“Como Jefe de Estado, hoy en Palacio Nacional, el Gobierno de México reconoce con honores su investidura”, le dijo el presidente Peña Nieto.
Desde el Patio Central de Palacio Nacional ante más de mil 500 invitados, el mandatario indicó que las causas del Papa son las causas de México y en este contexto, resaltó que a los gobiernos “nos corresponde crear las condiciones para asegurar un piso básico de bienestar a nuestras sociedades, garantizando oportunidades de desarrollo para todos”. En vísperas de la visita que hará a varias regiones del país, el Jefe del Ejecutivo señaló: “Sepa que millones de mexicanos están listos para recibir sus palabras de paz, caridad y esperanza, especialmente en este año que la Iglesia Católica celebra el jubileo de la misericordia. Usted ha convocado a una fe que salga a la calle. En México, Papa Francisco, usted será testigo de esa fe, verá a millones de personas de bien, honestas y trabajadoras que, en su día a día, practican una vida de principios”. Con frío y rezando, feligreses esperan al Papa en Ecatepec ya que era tanta la emoción de tener al Papa Francisco en el país.
Reconoció en el Jefe de la Iglesia Católica al líder sensible y visionario que está acercando a una institución milenaria a las nuevas generaciones.
Destacó que “es la primera vez que el Sumo Pontífice es recibido en este histórico recinto. Ello es reflejo de la buena relación entre la Santa Sede y México”.
Apuntó que la visita del Papa “trasciende el encuentro entre dos estados. Se trata del encuentro de un pueblo con su fe”.
Mencionó que el Pontificado de Francisco “ha llegado en un momento importante y complejo para el mundo. Es un tiempo de grandes retos”.
La globalización ha promovido una intensa movilidad de bienes y de capitales, pero se siguen levantando barreras y obstáculos a la migración de personas que buscan una vida mejor, dijo.
Para bien, la democracia se extiende en el mundo. La expresión de la diversidad es cada vez más aceptada, pero, al mismo tiempo, resurgen grupos intolerantes que convierten sus fobias en actos de odio. Valoró que desafíos como estos deben motivarnos a la acción, al compromiso colectivo; al compromiso de todos en favor de una mejor comunidad, de una mejor sociedad. Desde lo espiritual, a la Iglesia Católica y a las demás religiones del mundo, les toca seguir promoviendo la esperanza y la solidaridad, la fraternidad y, ante todo, el amor. “De ahí la importancia de tener un Estado laico, como lo es el Estado mexicano, que al velar por la libertad religiosa, protege la diversidad y la dignidad humana”, destacó.
