Arte y juventud del tenis WTA prevalecen en Rusia. Vinci, campeona; Belinda, nuevo top ten. Inicia el relevo generacional.

Con la victoria de Roberta Vinci (16) sobre Belinda Bencic (11) en el máximo torneo femenil de la Federación Rusa, la faceta artística y tenaz del más bello deporte alcanza el equilibrio con la energía exponencial de la nueva generación. El » Ladies Trophy » de la ciudad museo de San Petersburgo, Rusia, categoría Premier que reparte US 687,900 y que se jugó sobre canchas duras del 8 al 14 de febrero, fascinó al mundo por el fulgor de la gran veterana italiana y la imparable adolescente suiza, convertidas en el parteaguas definitivo del siglo XXI. Y hasta la terquedad de Ana Ivanovic resurgió al alcanzar ahí semifinales, en clara señal de que no puede irse la sex simbol del circuito.
Y es que si de símbolos se trata, el hecho de que la veteranía se imponga a la juventud, para dignidad de la primera y despegue por la hegemonía de la segunda no podían haber sido mejor. En una época del tenis de damas dominado por la altura, la potencia y los saques, el éxito de una auténtica artista de la raqueta como es Roberta Vinci, se erige en una gran noticia para los románticos de este deporte. Finalista en US Open al vencer a Serena Williams y demoler el proyecto «Serena Slam» (que lo único que logró fue destruir el top 10), Vinci está próxima a su retirada de las canchas, pero quiere despedirse por la puerta grande, al igual que su compatriota Flavia Penneta. Con su triunfo en Rusia, son ya diez los títulos en su haber: ahora venció a Belinda Bencic por un claro 64 y 63 en una hora y 20 minutos, con lo que la nacida en Taranto asciende al lugar 13 del ranking.
Por su parte, la jovencita suiza, máxima favorita, llegaba a la final tras de vencer a Daria Kasatkina (63). Belinda fue demasiado para la rusita de 18 años y ganó por un claro 64 y 63 en una hora y 34 minutos de juego. De esta manera, a poco de cumplir los 19 años, Bencic se asegura un lugar en el Top 10 por primera vez en su carrera, ya que este lunes, será al menos la 9 del ranking. Así, Belinda suma cinco victorias en fila (incluyendo triunfos en Copa Fed) y, desde su retiro ante Mónica Puig en Sídney, ocho festejos en los últimos nueve choques. Obviamente su único descalabro fue ante Maria Sharapova en Australia.
ANA NO SE VA A IR
Ana Ivanovic, relegada al sitio 20, el viernes mostró su jerarquía en San Petersburgo, dio cuenta de la ucraniana Kateryna Kozlova (177) por 61 y 75 y avanzó a semifinales. La divina serbia parece haber dejado atrás el pálido inicio de año en Auckland y Sídney (derrotas en primera ronda) y el mal trago de Melbourne, donde fue eliminada en tercera ronda en medio un suceso inesperado sufrido por su entrenador. Por eso el sábado la rutilante bella saltó a la cancha con todo para lograr el sueño imposible: vencer a la verdugo de Serena.
Pero la jugadora italiana cuajó un partido sencillamente espectacular, y se impuso por 75 y 64 ante una Ivanovic para la que fueron una tortura los reveses cortados y subidas a la red de Roberta. En un duelo de estilos que hizo las delicias del público ruso, la italiana entró con mal pie a la pista, pero con 3-0 pidió que bajara su entrenador. Tras de su conversación, todo cambió. Vinci comenzó a jugar más agresiva, cambiando alturas de manera constante, y martirizando a una Ivanovic que acumulaba errores por doquier. La serbia se precipitaba, golpeaba las bolas tarde al no poder domar los efectos de la italiana, y el marcador dio un vuelco. Con 5-5 en el marcador, Ivanovic cometió dos dobles faltas que fueron aprovechadas por una Vinci realmente concentrada.
El panorama no cambió en la segunda manga, donde la inseguridad de Ivanovic aumentó, lo que hizo que Vinci tomara aún menos errores y explotara su solidez de fondo de pista. Todo estuvo igualado hasta el séptimo juego, donde Vinci logró el break. Lo intentó Ana, y de hecho tuvo un punto de quiebre, pero Roberta se mostró con una solvencia más que notable para cerrar el partido.
LA GRAN FINAL, INICIO DEL CAMBIO
En un duelo de altura entre la primera y la segunda cabeza de serie del torneo de San Petersburgo, finalmente se impuso Roberta sobre Belinda en una hora y 19 minutos por 64 y 63. La italiana se mostró mucho más acertada con su saque que Bencic, ya que que conectó más ataques directos que la suiza, con un número total de dobles faltas inferior al de la helvética. Es decir, Vinci conectó cinco ‘aces’ por uno de su oponente, mientras que en cuanto a las dobles faltas cometió una por las tres de la máxima favorita en San Petersburgo.
De igual forma, en los puntos de quiebre, Vinci logró salvar cuatro de las siete oportunidades de las que dispuso a lo largo del encuentro, mientras que su contrincante sólo lo consiguió en tres de las siete ocasiones, con lo que el porcentaje fue superior el de la italiana.
Así, en el total de puntos conseguidos a lo largo de la final fueron 51 para Bencic y 62 para la vencedora del encuentro. Del mismo modo, en los conseguidos con el saque, la segunda favorita en el certamen ruso consiguió 39 de 60, mientras que la 11 de la lista mundial se hizo con 30 de 53. Por su parte, en cuanto a los logrados con el resto figuraron 23 de 53 y 21 de 60, para italiana y suiza, respectivamente.