Inician votaciones para elegir presidente en República Centroafricana

Los centroafricanos han comenzado a acudir en calma a los colegios electorales para votar a su nuevo presidente y constituir su Parlamento, con la esperanza de poner fin a una transición política de dos años marcada por la violencia sectaria, según fuentes de seguridad.

Dos millones de electores están llamados a votar en la República Centroafricana en estas legislativas y la segunda ronda de las presidenciales, en las que se enfrentan Anicet Georges Dologuélé y Faustin Archange Touadéra.

Algunos colegios electorales abrieron a las 6:00 horas locales (5.00 GMT) en la capital, Bangui, y otras zonas del interior, aunque otros centros de voto comenzaron a funcionar con importantes retrasos, informaron a Efe fuentes oficiales.

No obstante, por el momento no se han registrado graves incidentes al inicio de la jornada electoral, informó la Misión de la ONU en República Centroafricana (MINUSCA).

«Los electores votan en Bangui desde las 6:00 horas», informó la MINUSCA en su cuenta oficial de Twitter.

La MINUSCA, junto a fuerzas nacionales, han sido despegadas sobre el terreno para garantizar la seguridad y el orden en las votaciones.

Los centroafricanos esperan que estas elecciones ayuden al país a salir de una grave crisis política y económica.

«Estas elecciones dan esperanza al pueblo centroafricano e inician el camino hacia la paz, la reconciliación y el desarrollo con nuevos dirigentes salidos de las urnas», dijo a Efe Antoine Mbrénga, vecino del distrito 2 de la capital.

Dologuélé, candidato de la Unión para la Renovación Centroafricana (URCA), y el independiente Touadéra fueron los dos candidatos más votados en la primera vuelta del pasado 30 de diciembre.

Los colegios electorales permanecerán abiertos hasta las 16:00 horas locales (15.00 GMT).

El país vive un tumultuoso proceso de transición desde que en 2013 los rebeldes Séléka derrocaran al presidente François Bozizé, desatando una ola de violencia sectaria que ha causado miles de muertos y ha obligado a cerca de un millón de personas a abandonar sus hogares