Desodorantes y antitranspirantes cambian las bacterias de la piel

El uso de desodorantes o antitranspirantes modifica la composición bacteriana de la piel, concretamente de las axilas, según estudio realizado por las universidades Estatal de Carolina del Norte, Duke y Rutgers, así como el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, de Estados Unidos.
La investigación publicada en la revista científica PeerJ, explica que para conocer la magnitud de los cambios de las bacterias de las axilas, científicos analizaron durante ocho días muestras de un grupo de 17 personas con diferentes hábitos de uso de productos de higiene: 3 hombres y 4 mujeres que utilizan antitranspirantes; 3 hombres y 2 mujeres que usan desodorantes, así como 3 hombres y 2 mujeres que no utilizan estos productos.
En el primer día siguieron su rutina normal de higiene, pero a partir del segundo dejaron de usar desodorantes y antitranspirantes, para que finalmente todo el grupo los retomara las últimas dos fechas. Los investigadores realizaron cultivos de bacterias para determinar la abundancia de microorganismos de las axilas y cómo difieren según el día.
«Encontramos que cuando se evitaron desodorantes y antitranspirantes, la densidad bacteriana aumentó y se volvió similar a la de personas que regularmente no los utilizan; pero frente al uso de productos de higiene hallamos pocos microbios en todos los participantes, de modo que verificamos que reducen drásticamente el crecimiento microbiano», indicó la investigadora Julie Horvath, del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte.
La composición bacteriana de la piel de personas que no utilizaron ningún producto albergaban 62% de Corynebacterium (responsables del olor corporal y que se cree defienden el organismo). Mientras que 60% de aquellos que los usaron tuvieron Staphylococcaceae (las más comunes en la piel humana y que se consideran beneficiosas). «El uso de antitrans-pirantes y desodorantes reorganiza completamente el ecosistema microbiano de la piel; pero no sabemos qué efecto tiene en nuestra piel y en nuestra salud. ¿Es beneficioso?, ¿es perjudicial? esas son preguntas que estamos potencialmente interesados en explorar», concluyó Julie Horvath.