Naciones Unidas castigará a Corea del Norte

El Consejo de Seguridad de la ONU condenó enérgicamente ayer, tras una reunión de urgencia, el lanzamiento de un cohete de largo alcance por parte de Corea del Norte y anunció que aprobará sanciones “en respuesta a estas peligrosas y graves violaciones”.
Pyongyang anunció ayer la puesta en órbita de un satélite mediante un cohete, un lanzamiento condenado por la comunidad internacional que cree que se trata en realidad de un test de misil balístico intercontinental.
El cohete despegó desde la base de Tongchang-ri, en el noroeste del país, hacia las 09:00, hora local. El lanzamiento fue ordenado personalmente por el líder Kim Jong-Un y “puso en órbita con éxito nuestro satélite de observación terrestre Kwangm-yong 4”, informó la televisión gubernamental.
La puesta en órbita del satélite no pudo ser confirmada, pero una fuente estadounidense de defensa dijo que al parecer “hubo algo que llegó al espacio”.
La declaración del Consejo de Seguridad fue aprobada en una sesión de emergencia por sus 15 miembros, incluido China, el principal aliado de Pyongyang.
“Los miembros del Consejo de Seguridad adoptarán rápidamente una nueva resolución imponiendo medidas significativas en respuesta a estas peligrosas y graves violaciones” de resoluciones de la ONU, indica la declaración.
Para el embajador chino, Liu Jieyi, la resolución del Consejo de Seguridad deberá “reducir la tensión, trabajar por la desnuclearización y el mantenimiento de la paz y la estabilidad, y promover una solución negociada”.
Otro tradicional aliado de Corea del Sur también aprobó la sanción.
Sin embargo, el embajador ruso, Vitali Chur-kin, abogó por una resolución “razonable (…), que no conduzca al colapso económico de Corea del Norte”, una de las obsesiones de Pekín.
El lanzamiento, que ignora las resoluciones de Naciones Unidas y las advertencias previas de las grandes potencias, tuvo lugar un mes después de que Corea del Norte procediera a su cuarto ensayo nuclear.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, “condenó con firmeza” el lanzamiento, y pidió a Corea del Norte que ponga fin a sus acciones “provoca-doras”. La Unión Europea acusó a Pyongyang de cometer una “nueva grave violación (…) de sus obligaciones internacionales”.
También Rusia, Gran Bretaña y Japón condenaron el lanzamiento norcoreano.
En tanto, Corea del Sur y Estados Unidos anunciaron el inicio de negociaciones para desplegar en territorio sudcoreano el sistema an-timisiles estadounidense THAAD, uno de los más modernos del mundo.
Estaría preparando prueba nuclear; dice Corea del Sur.
Corea del Norte podría estar preparando la que sería su quinta prueba de una bomba nuclear, tras su reciente ensayo del pasado enero, según creen los servicios secretos de Corea del Sur, informó ayer la agencia de noticias Yonhap.
Existen indicios de preparativos de un nuevo test nuclear, señalaron diputados en Seúl que habían sido informados previamente por los servicios de inteligencia del país, señaló la agencia.
Con su última prueba del pasado 6 de enero, Corea del Norte desató la indignación internacional.
Pyongyang lanzó ayer un satélite espacial mediante un cohete, en lo que Seúl y sus aliados sospechan que se trató de un ensayo encubierto de un misil de largo alcance capaz de portar armas
nucleares.
El servicio secreto
sudcoreano también considera que el cohete lanzado es un “misil balístico”, al apuntar que el satélite puesto en órbita es prácticamente inútil.
El objetivo pesaría sólo 200 kilogramos cuando los satélites normalmente pesan unos 800 kilogramos,
señaló la dependencia sudcoreana.
Funcionarios de defensa sudcoreanos dicen que un misil norcoreano desarrollado antes del Unha-3 tiene un rango potencial calculado de hasta 10 mil kilómetros, que le permitiría alcanzar Hawai y la costa noroeste de Estados Unidos continental.
Pero los críticos dicen que el Norte todavía tiene algunas barreras técnicas que superar para desarrollar armas nucleares confiables que puedan alcanzar blancos lejanos.
El Unha-3 de 2012 medía unos 30 metros y transportaba el satélite Kwangmyongsong-3 de 100 kilogramos.
Analistas del exterior consideran que si lograra lanzar un satélite con un peso de una tonelada significaría que pudiera desarrollar un misil nuclear de largo alcance.
La agencia espacial del Norte dijo ayer que colocó en órbita un nuevo satélite de observación terrestre, el Kwangmyongsong 4, o Estrella Brillante 4, menos de diez minutos después del despegue, y prometió lanzar
otros.
Un cohete se considera vehículo de lanzamiento espacial cuando se usa para poner un satélite en órbita, pero se considera misil cuando transporta una bomba.
TRUMP PROPONE QUE CHINA INTERVENGA
El precandidato presidencial republicano Donald Trump propuso que China “solucione el problema” de Corea del Norte.
“China tiene que solucionar el problema”, dijo el empresario de 69 años devenido en político. Pekín, agregó, puede controlar al régimen de Pyongyang. Casi coincidiendo con el debate, Corea del Norte lanzó un satélite al espacio, en lo que Corea del Sur y sus alidos consideran una prueba encubierta de un misil de largo alcance.

El aspirante a la candidatura presidencial republicana, Donald Trump. Foto: Reuters
Por su parte, el ultraconservador Ted Cruz dijo en el debate realizado la noche del sábado en Manchester, Nuevo Hampsire, que lo que él haría en primer lugar sería reforzar la defensa antimisiles estadunidense, entre otros, en Corea del Sur.
El ensayo, agregó, es una consecuencia de la política fracasada del expresidente (demócrata) Bill Clinton, que suavizó las sanciones contra el país comunista.
“Lo que estamos viendo en Corea del Norte es un aperitivo de lo que vamos a vivir con Irán”, agregó el vencedor de las primarias en Iowa.
Defienden la tortura
Por otra parte, durante el debate, Trump aseguró que en caso de llegar a la Casa Blanca reintroducirá el polémico método de interrogatorio conocido comowaterboarding con los sospechosos de terrorismo. Y agregó que permitiría “cosas jodidamente peores” que el ahogamiento simulado.
A su turno, Cruz señaló que, en caso de necesidad, si se tratara de evitar un ataque terrorista inminente, estaba “abierto” a emplear el “waterboarding”.
El exgobernador de Florida, Jeb Bush, por el contrario dijo que no tocaría la prohibición sobre esa práctica.