«Sobrerregulamos para proteger a los políticos»: Gil Zuarth

El presidente del Senado, el panista Roberto Gil, lamentó que a veces ahí donde la Constitución debía establecer principios, “sobrerre gulamos”, y puso como ejemplo el modelo de comunicación política.
“Quisimos corregir excesos pero cometimos otros en perjuicio de la libertad, ese modelo vigente inhibe el flujo de las ideas y la participación activa de los ciudadanos”, señaló.
En la ceremonia por el 99 aniversario de la promulgación de la Constitución, añadió que dicho modelo “inhabilita la deliberación democrática y cancela la libertad de expresión, debemos decirlo con toda claridad: protege a los políticos de la crítica y sanciona a quienes informan o a quienes nos juzgan”.
Consideró que “es el régimen del silencio, de la tutela paternalista, de la censura al debate, se nos hace tarde para reconocer que en la intención terapéutica de una reforma cometimos un error que ha atentado contra la calidad de nuestra democracia”.
Frente al presidente Enrique Peña Nieto, gobernadores y representantes de los poderes legislativo y judicial, indicó que “éstos son sólo algunos de los problemas constitucionales que nos reclaman soluciones prontas, claras y sobre todo efectivas. Es aquí donde tenemos que invertir nuestra voluntad política”.
El legislador albiazul consideró que “el nuevo reto de la gobernabilidad democrática es articular gobiernos eficaces en un contexto de Ejecutivo sin mayoría legislativa y muy probablemente con legitimidad minoritaria de origen, Congresos pulverizados y poco cohesionados, un débil sistema de partidos, funciones ejecutivas y administrativas fragmentadas en más de una decena de órganos constitucionales autónomos”.
Gil Zuarth admitió que “nuestro déficit sigue siendo que prevalezca el estado de derecho, que reine el imperio de la ley y poner fin a la impunidad”.
Dijo que hacen falta instituciones para la justicia cotidiana, para la paz social, para la certeza de los derechos. Instituciones que procuren la cordialidad entre mexicanos, que nos unan, que nos vinculen, que nos cohesionen, que garanticen el trato digno igual a todos y a cada uno.
Expresó que “como generación tenemos el deber de confeccionar los consensos constitucionales para enfrentar el mundo del Siglo XXI, el mayor y más urgente: la desigualdad en todas sus manifestaciones; desde la desigualdad que discrimina, hasta la desigualdad que impide el pleno desarrollo de los proyectos de vida individuales”.