Lanzan plan para detectar focos rojos en salones de clase: SEP

A partir del próximo ciclo escolar, las escuelas de educación básica tendrán que implementar el Sistema de Alerta Temprana, a través del cual los profesores, directores y supervisores podrán elaborar un diagnóstico completo y detallado de todos los alumnos de sus planteles, detectando sus fallas en lectura y cálculo mental, así como su nivel de integración en clase y la asistencia, para ayudarlos a salir de los rezagos, y a quienes representen un foco rojo atenderlos con urgencia.

Con base en siete indicadores, cada supervisor de escuelas tendrá que elaborar un diagnóstico preciso de los alumnos de los planteles que tiene a su cargo, para evitar que esos focos rojos aprueben con deficiencias, que reprueben o que terminen abandonando sus estudios, porque “esos niños se van quedando, se vuelven invisibles y cuando llegan a la secundaria tienen una presión académica que los hace tener bajas calificaciones, reprobar o desertar”.

El director general de Desarrollo de la Gestión e Innovación Educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Germán Cervantes Ayala, explicó que como parte de la estrategia Escuela al Centro, alrededor de dos mil supervisores arrancarán el Sistema de Alerta Temprana para evaluar cuántos estudiantes están en riesgo de no lograr los aprendizajes esperados y con ello acompañar a los profesores para poner énfasis en su aprovechamiento, ya sea con tutorías personales para esos niños o mediante herramientas dentro de la misma aula para que esos alumnos no se pierdan.

“Alerta Temprana es una primera herramienta para ubicar a esos niños en riesgo de no lograr los aprendizajes esperados, por lo que ya capacitamos a casi dos mil supervisores para que inicien en los próximos cuatro meses esta especie de monitoreo que le ayudará a los supervisores a detectar a los alumnos que se quedan rezagados”, detalló Cervantes Ayala en entrevista con un Diario de circulación nacional.

Señaló que entre febrero y mayo, los dos mil supervisores iniciarán este sistema en 40 mil aulas del país, para detectar y atender a tiempo a los alumnos con deficiencias.

Para ello, explicó que ya diseñaron los siete indicadores con los que medirán el nivel de riesgo en el que se encuentra cada estudiante, que se dividirá en tres resultados, que va de nivel esperado, en desarrollo y hasta requiere apoyo.

Esos indicadores medirán la comprensión de lectura, escritura, cálculo mental, y determinarán si el alumno se involucra o no en clase de forma reiterada, si tiene una percepción negativa del clima escolar, si faltó de manera reiterada en un bimestre y si en la boleta de calificaciones tiene registro de alerta.

A través de esos instrumentos, los supervisores podrán evaluar si el alumno es un foco rojo, con la finalidad de ayudar a que el maestro rescate de ese rezago al estudiante ya sea con técnicas pedagógicas en clases o con ayuda personalizada para el alumno con un profesor tutor que en algún momento de la jornada escolar reforzará el aprendizaje del estudiante.

De esos siete indicadores, los alumnos que hayan obtenido el resultado “requiere apoyo” en cuatro indicadores se convertirán en la prioridad del supervisor, director y profesores, ya que son los que tienen el mayor riesgo de aprovechamiento.

Objetivos

El plan Escuela al Centro tiene como base seis puntos:

  • Cambiar la organización interna de las escuelas, con plantillas de profesores mejor estructuradas, con lo que se quitará la burocracia a directores y maestros.
  • Llevar más recursos a las escuelas, con presupuesto directo y mayor autonomía, ya que la mayoría no tiene un presupuesto propio o flujo de gastos corrientes.
  • Fortalecer los Consejos Técnicos Escolares, donde se realiza trabajo colegiado entre el director y maestro para planear las estrategias de mejora en las escuelas.
  • Impulsar una participación social más efectiva para la toma de decisiones, toda vez que los consejos de Participación Social son clave para resolver las necesidades más urgentes del plantel y su comunidad.
  • Flexibilizar el calendario escolar, con una reducción de 200 a 185 días de clase, lo que implica más días de descanso pero jornadas de clases más amplias, cubriendo la totalidad de las horas.
  • De acuerdo con el secretario de Educación,  Aurelio Nuño, las ventajas de la flexibilización del calendario se reflejarán más en las zonas con climas extremos.

–          Escuelas de verano para el alumnado de escuelas públicas, con actividades artísticas, deportivas y académicas.