El Papa urge una solución política y pacífica a crisis siria

El Papa Francisco lanzó hoy un llamado a favor de las poblaciones obligadas a huir «de los horrores de la guerra» en Siria y urgió a la comunidad internacional a buscar una solución pacífica al conflicto.

Tras bendecir con la oración del Angelus a miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro del Vaticano, asomado a la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa clamó por un futuro mejor para los sirios.

Aseguró que sigue «con viva preocupación» la «dramática suerte» de las poblaciones civiles involucradas en los violentos combates en Siria y obligadas a abandonar todo para huir de los horrores de la guerra.

«Deseo que con generosa solidaridad se ofrezca la ayuda necesaria para asegurar su supervivencia y dignidad, mientras hago un llamado a la comunidad internacional para que no ahorre ningún esfuerzo para llevar con urgencia a la mesa de negociaciones a la partes en conflicto», manifestó.

«Sólo una solución pacífica del conflicto será capaz de garantizar un futuro de reconciliación y de paz a ese querido y martirizado país, por el cual les invito a rezar mucho», agregó. Entonces rezó un Ave María al cual se sumaron los presentes.

Más adelante recordó que este día, en Italia, la Iglesia católica celebra la Jornada por la Vida bajo el título «La misericordia hace florecer la vida».

Pidió que las instituciones políticas, educativas y sociales mantengan un «renovado compromiso» a favor de la vida humana, desde la concepción hasta su atardecer natural.

Aseguró que la sociedad actual debe ser ayudada a «curarse de todos los atentados a la vida», animándose a tener un cambio interior que se manifieste a través de la misericordia. Además saludó y animó a quienes están empeñados en defender la cultura de la vida.

Asimismo recordó que este lunes 8 se recuerda la Jornada de oración y reflexión contra la trata de personas, una oportunidad para ayudar a los «nuevos esclavos de hoy» a «romper las pesadas cadenas» de la explotación para reapropiarse de su libertad y dignidad.

«¡Pienso en especial a tantas mujeres y hombros, a tantos niños! Urge hacer todo esfuerzo posible para erradicar este crimen y esta intolerable vergüenza», ponderó.

Por último envió un saludo a todos los chinos y a los millones que, en el extremo oriente y en varias partes del mundo, celebran el Año Nuevo Lunar.

A ellos les deseó que experimenten seguridad y paz en sus familias, los lugares donde se viven y se transmiten los valores del amor y de la fraternidad, de la convivencia y del compartir, de la atención y del cuidado del otro.