Cinco ‘pecados’ del fútbol chino

Las críticas llueven hoy para Jackson Martínez, Fredy Guarín y hasta Fredy Montero por su paso de ligas importantes de Europa al fútbol chino. Dejar España, Italia y Portugal para apostarle a un torneo de poco roce internacional no es una decisión que muchos se atreven a tomar. Se habla de los jugosos contratos económicos, de que no volverán a ser tenidos en cuenta para la Selección, de que huyen de la lupa crítica o simplemente que se les acabó el fútbol.

No es un secreto que en materia de competencia este cambio de aires representa un retroceso. Tampoco, que sus ingresos aumentarán de manera importante. Y mucho menos, que se alejarán, no solo en kilómetros, de la Selección Colombia. Así lo ha mostrado la historia con otros jugadores nacionales que han llegado al gigante asiático, como el caso de Giovanni Moreno.

Si bien las predicciones pueden ser muchas, solo el tiempo dirá si fue una decisión acertada, que potenció sus cualidades y les dio el impulso que necesitaban tras un bajón significativo, o fue un paso prematuro para el cierre de sus carreras.

Lo cierto es que en China deberán ‘confesarse’, porque al pisar ese territorio caerán en estos cinco pecados:

Poca competencia
La liga China, donde el dinero no es problema, ha intentado subir su nivel contratando futbolistas que tuvieron cartel, pero que ya no son protagonistas. Nombres como Didier Drogba, Robinho y Nicolás Anelka han servido para alimentar el espectáculo, pero es imposible que logren impulsar todo un campeonato.

Ese mismo atractivo económico ha hecho que los futbolistas locales se jubilen en su liga y no que salgan a sumar kilómetros en torneos más competitivos. Positivo, que los colombianos sin duda marcarán diferencia, a menos que definitivamente hayan caído en un abismo sin fin. No hay que mentirse, allá no los exigirán a fondo.

Nulo roce internacional
El mundo ha conocido de los equipos chinos por sus chequeras y por animar el Mundial de Clubes, que se ha disputado en de 7de sus 12 ediciones en Japón –las demás se jugaron en Brasil, Marruecos y Emiratos Árabes-. Su mejor participación ha sido un cuarto puesto.

Ese es tal vez el único roce internacional con el que contarían los futbolistas cafeteros que desembarcaron en China, y eso que depende del título local para ganarse el cupo.

Otra cultura
Adaptación. Es una de las palabras favoritas para bajar la presión sobre un jugador que cambia de liga y no logra buenas actuaciones. Para otros, una excusa. Lo cierto es que China es un mundo diferente, un gigante industrial donde el ritmo de vida, el clima, la comida, el trato persona, el idioma y las costumbres son completamente opuestas a las de los latinos. Una muestra de que los retos no solo van a estar dentro de la cancha.

Diferencia horaria
Los futboleros que madrugan los fines de semana a ver la Liga Inglesa deberán adelantar el despertador si se animan a seguir un partido de Jackson o de Guarín. El horario tradicional para el fútbol en China es entre 4:00 p. m. y 6:00 p. m. (hora local). Bueno, pues habrá que restarle 13 horas, la diferencia con Colombia. Es verdad que hoy la tecnología permite grabar a la hora que uno quiera, y seguramente eso harán los miembros de la Selección Colombia, si es que les interesa seguir a los colombianos en esa liga. Pero para el aficionado será un sacrificio.

Distancia para convocatorias
Siendo optimistas, de recibir un llamado a la Selección Colombia los futbolistas que militan en el fútbol chino serían los últimos en llegar. Para hacerse una idea, si van de Shanghái a Barranquilla, la casa de la tricolor, deberán recorrer 15.000 kilómetros, lo que supera las 24 horas de vuelo (contando las paradas). Si una queja de siempre es el poco tiempo que tienen las selecciones para trabajar durante las convocatorias, la distancia seguro pesará.