La peste bubónica podría ‘resucitar’ en Europa

La peste bubónica, que mató a un tercio de la población europea en el siglo XIV, no abandonó el continente.
Un equipo de genetistas alemanes y canadienses asegura que ha encontrado el genoma de las bacterias que provocan esta enfermedad en los restos de algunas personas fallecidas en el siglo XVIII en Marsella (Francia), según ha publicado la revista eLife, citada por Actualidad RT.
Entre 1720 y 1722, esa ciudad francesa y sus alrededores vivió una epidemia de peste bubónica después de que en su puerto atracara el buque mercante Grand-Saint-Antoine con seis cadáveres a bordo. Dos días después de su llegada, falleció otro miembro de su tripulación.
Cuando este brote remitió, se había cobrado alrededor de 100 mil vidas.
El equipo internacional, liderado por Hendrik Poinar -profesor asociado y director del Centro de ADN Antiguo de la Universidad de McMaster (Hamilton, Ontario, Canadá)-, ha estudiado parte de las dentaduras de cinco personas que murieron en Marsella a causa de la peste en 1722. Durante su análisis, los científicos compararon el ADN de la ‘Yersinia pestis’ que los había matado con otras 150 bacterias patógenas recogidos en tumbas antiguas y modernas de todo el mundo y concluyeron que se trata del mismo microorganismo que causó la famosa pandemia medieval.
Esto significa que la peste no desapareció sino que, por alguna razón, se quedó ‘dormida’ y, siglos después, actuó de nuevo. La mayor pandemia del siglo XIV comenzó quizás en alguna parte del norte de la India, probablemente en las estepas de Asia central, desde donde fue llevada al oeste por los ejércitos mongoles. La peste llegó a Europa por la ruta de Crimea, donde la colonia genovesa de Caffa (actual Teodosia) fue asediada por los mongoles. La historia dice que los mongoles lanzaban con catapultas los cadáveres infectados dentro de la ciudad [cita requerida] (si bien la enfermedad no se contrae por contacto con los muertos). Los refugiados de Caffa llevaron después la peste a Mesina, Génova y Venecia alrededor de 1347/1348. Algunos barcos no llevaban a nadie vivo cuando alcanzaban las costas[cita requerida]. En 1347 sucedió una guerra entre el Reino húngaro y el napolitano, puesto que el rey Luis I de Hungría reclamaba el trono luego del asesinato de su hermano Andrés, quien murió asesinado por su propia esposa, la reina Juana I de Nápoles. De esta manera, Luis condujo una campaña militar que coincidió con el estallido de la Peste Negra. Ante tanta muerte por la enfermedad, la campaña pronto tuvo que ser suspendida y los húngaros regresaron a casa, llevándose consigo varios de ellos la peste, cobrando vidas como la de la propia esposa del rey húngaro. Así, la peste se extendió desde Italia por Europa afectando a Francia, España e Inglaterra (en junio de 1348), Alemania, Hungría, Escandinavia y finalmente el noroeste de Rusia. Se considera que fue la causa de la muerte del entonces rey de Castilla Alfonso XI durante el sitio a Gibraltar en 1350. La repentina escasez de mano de obra barata proporcionó un gran incentivo para la innovación que ayudó a traer el fin de la Edad Media. Algunos argumentan que causó el Renacimiento, a pesar de que el Renacimiento ocurriera en algunas zonas (tales como Italia) antes que en otras. A causa de la despoblación, sin embargo, los europeos supervivientes llegaron a ser los mayores consumidores de carne para una civilización anterior a la agricultura industrial.
La peste negra acabó con un tercio de la población de Europa y se repitió en sucesivas oleadas hasta 1490, llegando finalmente a matar a unos 25 millones de personas. No obstante, ninguno de los brotes posteriores alcanzó la gravedad de la epidemia de 1348.