Angelique Kerber de Alemania, reina del Pacífico sur. Serena, desactivada, exalta a su verdugo. La bielorrusa Vera Lapko, princesa en juveniles.

La magia del tenis. Desde su paraíso histórico, Steffi Graf envió un mensaje a la primera campeona alemana del siglo XXI, Angelique Kerber: con su victoria total en el Abierto de Australia, Serena Williams no podrá alcanzar aún a la legendaria tenista en el número 22 de Grand Slams. En ese atardecer en Melbourne, toda la presión era para la favorita, Serena, y todo el público fue alemán por un día en la Rod Laver Arena, sin disimular en ningún instante que le iba a la más débil. Gracias a esto, en parte, Angelique se ha convertido en la primera alemana en ganar el trofeo desde Steffi Graf en 1994.
Para los cronistas europeos, «los milagros existen» y tal como a menudo mencionamos aquí, «una hecatombe de dimensiones bíblicas tenía que producirse en Melbourne para que Serena Williams no se proclamase como ganadora en el primer Gran Slam del año». Pero nos equivocamos de «ángel exterminador» (le tocaba a Sharapova, pero le ganó su bloqueo cerebral). La número 1 del mundo, no había cedido una manga en el torneo y era la gran favorita. Luchaba por defender su corona y ampliar hasta 22 su colección de Majors, los mismos de Steffi Graf. Kerber, demostrado relevo de Steffi, lo ha evitado con todo merecimiento y hoy es la número 2 del mundo.
Angelique manejó a la perfección los nervios, frente a una deserenada que no vio huecos en el sólido y brillante juego de fondo de la teutona. Siempre a contracorriente, Kerber es una de esas valientes que consideran que el tenis actual no ha de ser coto privado para las pegadoras, para esas jugadoras que hacen de la búsqueda constante del winner su esquema de juego. La inteligencia, el saber elegir cada golpe en todo momento, están representadas en una jugadora que revierte la fortaleza de sus rivales a su favor. Esto es la magia del tenis, y esto es lo que caracteriza a una guerrera nata como Kerber.
Refiriéndose a Williams: «Sabía que la había derrotado una vez en Cincinnati, que debía salir ahí e intentar batirla de nuevo porque ella no me daría la victoria en la mano. Fue un gran partido de ambas. Es un momento muy especial para mí… He tenido dos semanas de locura. Con la primera ronda, donde enfrenté una bola de partido en contra y luego con la victoria sobre Azarenka en los cuartos, a la que nunca había ganado. Y ahora jugar ante Serena, lo que era todo un honor en una final de Grand Slam. En mi primera final de Grand Slam. Es algo que estás esperando con muchas ganas. Fue realmente emocionante» externó Angelique. Y concluye: «Puede que sea el comienzo de una segunda carrera para mí. Creo que fue algún día aquí cuando hice ‘click’ como me pasó en Nueva York hace algunos años cuando alcancé las semifinales por primera vez. No venía jugando bien en los grandes torneos. Este es el primer gran torneo del año, y lo he ganado, mi primer Grand Slam. Suena a locura, pero puedo decir que soy una campeona de Grand Slam.»
Angelique Kerber se convierte en la cuarta jugadora que derrota a Serena Williams en la final de un Major. Toma la estafeta que inauguró Sharapova en Wimbledon, la que pasó a Samantha Stosur en este mismo Melbourne, la que llevó a la destruccion de sus ambiciones a manos de Roberta Vinci el año pasado en New York (en las tres derrotas salió de cancha con el rostro descompuesto), y que al inicio apenas del año la hace morder polvo a manos de la germana. Eso sí, ahora una Williams muy sonriente y cariñosa con su verdugo.
SE CONSAGRA VERA LAPKO EN JUVENILES
En el mismo Melbourne Park de los milagros, en el torneo de juveniles paralelo a la segunda semana del Australian Open, la bielorrusa Vera Lapko se erigió en princesa de las campeonas juniors de la versión 2016 del primer Grand Slam del año. Lapko, quinta favorita, doblegó por 63 y 64 a la número 2 de la gráfica, la eslovaca Tereza Mihalikova, para convertirse en la segunda bielorrusa que festeja en Australia entre las chicas. La primera fue Victoria Azarenka, que en 2005 ganó singles y dobles. Vera venía de vencer en semifinales a la última esperanza local, Sara Tomic, hermana de Bernard y única no preclasificada entre las últimas cuatro.
Por su parte, en varones juveniles, Australia tiene nuevo campeón en Oliver Anderson, quien venció por 62, 16 y 61 al uzbeco Djurabeck Karimov, séptimo sembrado. Oliver es el quinto campeón australiano juvenil en los últimos 10 años, en una lista donde sobresalen los nombres de Nick Kyrgios (2013) y Bernard Tomic (2008). Entrenado por el ex Top 50 Wayne Arthurs, Anderson llevaba dos años sin competir en juniors, precisamente desde Australia 2014. Poco después, una lesión lo marginó de la acción por 10 meses. Y en la vuelta a las canchas, el jugador prefirió adquirir fogueo profesional en Challengers y Futures, llegando incluso a sortear la qualy de Brisbane a inicios de este año.