Tajamar: Los árboles no dejan ver el bosque

El impacto ambiental y posible urbanización inmobiliaria y turística del llamado malecón Tajamar en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo; es uno de los tantos “árboles” plagados de anomalías, corrupción, negligencia y hasta ventaja de la ley, que no dejan ver el “bosque” ardiente y decadente de la nación.
Ahora resulta que el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, “jamás autorizaría” un proyecto de impacto ambiental como lo es el de Tajamar tal y como lo dijo el verde, y muy verde, titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano. Pero el ambientalista de título señaló que los permisos para terminar con el manglar quintanarroense en cuestión, fueron dados con anterioridad a la presente Administración y dicho por el propio Pacchiano “las leyes no son retroactivas”. Ya veremos.
Pero Tajamar es el “árbol” que no nos deja ver el “bosque” de cómo es que en México se hacen las cosas en pro de lo que se dice nos llevará a un mejor estadio, desarrollo y crecimiento.
De verdad nuestros funcionarios creen salirse con la suya cuando de una u otra forma declaran que el Gobierno de Peña Nieto es pro ambientalista y dan como seguro que los mexicanos nos tragamos sus embustes.
Que se nos informe sólo para empezar, cuál ha sido la afectación ambiental de tantas nuevas vías de comunicación asignadas a Obrascón Huarte Lain (OHL), empresa que se ha mostrado nada ética en su forma de hacer negocios, de igual forma se requiere saber del impacto al ambiente de los innumerables conjuntos mini habitacionales que han sacrificado mantos freáticos, acuíferos, flora y fauna.
Pero de lo que sí hay que solicitar puntual información al presidente Peña Nieto, mismo que en palabras de Pacchiano es pro ambientalista, es del impacto ambiental que se provocará por la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, aprobado por el actual jefe del Ejecutivo.
Con sólo conocer las magnitudes de área, la estimación de movilidad de pasajeros por año y el gran centro comercial, de servicios, empresarial y turístico como se proyecta esta nueva terminal aérea, es fácil advertir como hipótesis positiva, que en principio se provocará el aumento de los índices de contaminación ambiental y por ruido, así como el impacto de la biodiversidad que repercutirá en un cambio climático micro regional hacia niveles adversos con un costo elevado a las poblaciones cercanas y en menor grado pero presente, a las colindantes.
Tajamar tiene empero, la fuerza de mostrar cómo en México el negocio sobre la devastación de la naturaleza que nos sustenta.
Acta Divina… “Este malecón de Tajamar, es otro espacio que se abre, y con la inversión que ha hecho el gobierno, se concluye un proceso de varios años recientemente, no de hace 40 pero de menos años, de diez años que había venido invirtiendo para crear un espacio de esparcimiento y convivencia para quienes viven aquí.”: Enrique Peña Nieto presidente de México.
Para advertir… De entre las 22 empresas que pretenden edificar en las 59 hectáreas del Manglar Tajamar se encuentran algunas que son propiedad de políticos mexicanos ligados al PRI y otras más pertenecen empresarios de Nuevo León y Quintana Roo.