Higiene íntima, para gozar plenamente tu sexualidad

Es probable que por pudor o falta de curiosidad, aún no cuentes con información sobre las medidas de aseo que todos, chicas y chicos, debemos llevar a cabo en beneficio de nuestra vida sexual y salud en general. Pero vamos, no lo digo para que te sientas mal, pues sé que muchas veces no es fácil hablar de este tema en la casa o la escuela, sino que te quiero invitar a que lo conozcamos juntos y resolvamos todas nuestras dudas de una vez. Para lograrlo charlamos con la terapeuta y educadora sexual María Sánchez Cordero, presidenta de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, A.C. (AMSSAC), quien nos contestó con toda paciencia, atención y sinceridad. “Le puedo decir a nuestros jóvenes y adolescentes, pero también a nuestros niños, que la higiene de los genitales es muy valiosa porque evita infecciones; no importa si nunca hemos tenido relaciones, pues además de las que se transmiten sexualmente podemos sufrir otro tipo de enfermedades de las vías genitourinarias debido a higiene inadecuada”, me explicó la entrevistada.
La Dra. Sánchez Cordero me dijo que lo ideal es que, desde la infancia, procuremos que el aseo de nuestro cuerpo y genitales sea adecuado; nosotras debemos tener el cuidado de limpiar nuestra vulva (órganos reproductores externos de la mujer, que incluyen labios mayores y menores, clítoris y vagina) durante el baño diario, mientras que los varones deben retraer el prepucio o piel que cubre al glande (parte superior del pene), a fin de quitar la grasa blanquecina que acumula. En ambos casos basta con usar agua y jabón, y claro, debemos secarnos muy bien. En cuanto a la ropa, comentó que “algunas enfermedades son comunes porque los chavos usan pantalón muy ajustado que no permite mayor soltura y ventilación de sus genitales, o porque las chicas utilizan pantaleta de nailon o lycra en vez de una de algodón. Además, la tanga o ‘hilo dental’, que es muy sensual y están bien para encuentros eróticos, resulta poco adecuada en cuanto a higiene, y su uso diario puede producir infecciones”. En especial para las mujeres me dijo que “la limpieza al orinar o defecar debe hacerse en dirección de la parte de enfrente hacia atrás; jamás al revés porque la vulva se puede contaminar con excremento y, siendo un órgano que por sus condiciones guarda mucha humedad, puede volverse ‘caldo de cultivo’ para bacterias”. Por cierto, la especialista insistió mucho en que la limpieza íntima no requiere de otra cosa que agua y jabón; no hace falta el uso de antisépticos, porque destruyen a las bacterias benéficas (flora) que nos protegen, y las duchas vaginales sólo se deben emplear bajo prescripción médica. “Para oler bien no hay nada mejor ni más cachondo que nuestros propios aromas, nuestro sudor. Además, ahí están las feromonas, los químicos que provocan el atractivo sexual”.
¡Conoce tu cuerpo!
Franca y desenfadada, la Dra. María Sánchez me explicó algo muy interesante: la higiene íntima no debe ser algo formal o tedioso, sino que lo ideal es que vaya de la mano con la autoexploración del cuerpo y el reconocimiento de nuestra anatomía y sensaciones. Entonces puede volverse algo rico y placentero. “Cuando un chico se masturba, que es algo muy lógico y natural, se suele meter al baño, lo hace con rapidez, no explora su cuerpo y enfoca su sexualidad sólo a las sensaciones genitales. Sin embargo, si se da el tiempo, prepara el lugar en el que va a estar, se acaricia y explora lo que siente, no sólo va a tener más placer, sino que va a aprender a cuidarse mejor”.
Esto, me aclaró la doctora, porque así va a querer más a su cuerpo y va a ser más sencillo que adquiera el hábito de revisarse periódicamente.

Por supuesto, me sentí en la necesidad de preguntarle qué pasa con nosotras las chicas, a lo que me dijo que “en general las mujeres estamos más vetadas para la masturbación, pero les aconsejo que se exploren y que, si es posible, desde niñas o cuando menos al crecer un poco más, vean sus genitales con ayuda de un espejito, que conozcan la vulva, dónde está el clítoris (que es un órgano que sólo nos da placer) y cómo son los labios mayores y menores, porque esto permite detectar cualquier anormalidad”.

¡Ah!, y me comentó algo más para los chavos: “La verdad es que el reconocimiento de los genitales lo tenemos en un porcentaje bastante más alto las mujeres que los varones; muchos de ellos, créanlo o no, desconocen cómo son su ano o su piso pélvico (zona comprendida entre glúteos, muslos y pelvis), o cómo es la parte posterior de sus testículos. Por eso, también les recomiendo que usen un espejo para que vean esta zona, porque así sabrán dónde lavarse mejor y será más sencillo que encuentren alguna posible lesión”.

De preservativos, baño y… ¿pasta dental?
Ya entrada en el tema pregunté a la doctora sobre la higiene que deben tener quienes han iniciado su vida sexual, y me comentó que en primer lugar sigue siendo imprescindible el baño diario, “pero no nos tenemos que asear antes de tener relaciones; yo le digo a los muchachos: ‘chavos, si hacemos eso nos estamos perdiendo de esos olores riquísimos del cuerpo’”. Así que tomen nota, ¿eh?

Ahora bien, en cuanto al popular condón, es importante que lo dejemos de ver únicamente como un método para prevenir embarazos pues, además, cuando es bien empleado evita el contagio de infecciones de transmisión sexual y se convierte en otra herramienta que nos ayuda a tener adecuada higiene íntima.

La presidenta de la AMSSAC también me aclaró que el preservativo no sólo debe utilizarse en una relación de coito (unión del pene y la vagina), sino también “al tener un encuentro homoerótico (en que sólo intervienen hombres) o en el caso de aquellas parejas que prefieran el sexo anal; está claro que aquí el condón es imprescindible para evitar infecciones y que, además, jamás se debe utilizar el mismo para una relación anal y luego vaginal, o viceversa”.

Como me imagino que te estarás preguntando qué tiene que ver la limpieza de la boca en esto, te paso “al costo” lo que me explicó la Dra. Sánchez: “El cepillado y uso de hilo dental debe hacerse dos horas antes del encuentro sexual, porque puede ser que te produzcas alguna herida y, al tener sexo oral, podrías sufrir alguna infección, sobre todo si se trata de una relación improvisada, con alguien que no conoces. En esos casos lo mejor que puedes hacer es enjuagarte la boca, tomar agua mineral o una cervecita si tienes edad suficiente”.

Por si fuera poco, le pedí su opinión sobre si es bueno asearse después de un encuentro erótico, a lo que me dijo que “es conveniente, pero no es del todo necesario ni va a prevenir alguna enfermedad si no se utilizó condón. Por cierto, algo curioso que pasa es que muchas chavas dicen que después de tener relaciones les dan ganas de orinar; puede ser útil y posiblemente se deba a que la acidez de la orina sea una forma de asepsia, pero definitivamente tiene un alcance limitado que no se compara con la ayuda que da el preservativo, ni lo sustituye”.

¿Cuándo acudir al médico?
A pesar de los cuidados que podamos tener, cualquiera de nosotros se puede ver en la necesidad de visitar al especialista por algún problema relacionado con la higiene íntima. Por eso le pregunté a nuestra entrevistada cómo saber cuándo hacerlo.

Me contestó: “En el caso de las chicas, en el momento en que detecten la presencia de alguna secreción que no tiene buen olor; también cuando vean que les sale algún granito o verruga en los labios vaginales o alguna otra parte de la vulva. Por eso es importante revisarse y acudir al ginecólogo periódicamente”.

Para ellos la recomendación es que vayan al urólogo en caso de que detecten alguna secreción que no sea el líquido preseminal, de olor extraño, e igual, algún granito o herida en la región genital.

Ya para terminar, le dije a la doctora que a lo mejor alguno de nosotros se hace de la “vista gorda” y prefiere no ir al médico; por eso me explicó: “Si alguno de estos problemas se deja sin atención, puede ser grave. Las verruguitas suelen deberse a una infección a causa del virus del papiloma humano, que puede desencadenar en cáncer cervicouterino en las mujeres.

“En los varones a lo mejor puede presentarse un contagio de sífilis, al cual se le ignora, y cuando la enfermedad evoluciona a su segunda etapa se cree que ya no hay problema porque se aliviaron las lesiones en el pene y zona genital, pero no; el padecimiento sigue y puede ocasionar ceguera, daño al cerebro y terrible deterioro físico que llega a ocasionar la muerte. Además, no son las únicas infecciones que podemos tener; también están la gonorrea o el VIH.”

Por eso, insistió la Dra. Sánchez Cordero, es importante que conozcamos y revisemos nuestros genitales. “Todos los días nos vemos la boca frente al espejo y no me van a decir que es ‘padrísimo’, pero lo hacemos; ¿por qué no tener la misma consideración con nuestro piso pélvico, vulva, testículos y ano? Eso es parte de nosotros, y de hecho es una de las zonas más sabrosas que tenemos, así que debemos reconocerla para aceptarnos, querernos y poder tener mucho placer”.