El hijo favorito: ¿Existe el favoritismo de los padres hacia un hijo?

Este es un tema que como poco es bastante peliagudo porque ningún padre admitirá (al menos delante de sus hijos) que tienen un hijo favorito. O al menos no deberían hacerlo. Dicen que los hijos favoritos no existen pero en algunas ocasiones hay padres que sí dicen abiertamente que tienen un hijo favorito, algo que sin duda, puede ser igual de perjudicial para todos los hijos, tanto para los favoritos como para los ‘no favoritos’.
No es algo que deba decirse pero ocurre, aunque también es cierto que a todos los hijos se quieren muchísimo. Cuando tienes un hijo único piensas que cuando nazca el hermano, ¿cómo es posible que se pueda querer tanto a un hijo como se quiere al primero? Pues sí, se puede. El favoritismo es difícil de manejar pero hay que ser coherente, por ejemplo si a un hijo se le pide que haga las tareas por otro hermano porque está enfermo, esto no es favoritismo. En cambio, cuando un hijo tiene que hacer las tareas domésticas mientras el otro juega y no hace nada y los padres lo permiten, sin duda es favoritismo. Cuando un hijo saca buenas notas y tiene un premio, no es favoritismo, cuando un hijo no merece un premio y lo obtiene, estamos de nuevo ante favoritismo.
El favoritismo en los hijos puede manifestarse de muchas otras maneras, por ejemplo, si hay una pelea entre hermanos el padre siempre estará del lado de un hermano en particular y el otro recibirá más castigos o reprimendas aunque no lo merezca. Los padres pueden presumir de un hijo en particular mientras que al otro sólo le recriminan sus faltas sin tener en cuenta sus logros… o incluso los comparan entre ellos, ¡delante de ellos!. Algunos motivos que pueden causar los favoritismos en los padres pueden ser:
1. El orden de nacimiento. El hijo mayor puede ser el más querido por es el primero o el pequeño por ser el más mimado. A veces los padres también pueden tomar como favorito a un hijo que tenga el mismo orden de nacimiento que el suyo propio debido a las experiencias vividas con los hermanos.
2. El género. Depende del género que los padres quieran en la familia pueden escoger inconscientemente al que preferían en el embarazo.
3. La personalidad. La personalidad también influye en el favoritismo e los padres porque quizá prefieran estar más tiempo con un hijo sociable y talentoso que otro que sea más rebelde o ‘trasto’.
Que los padres tengan hijos favoritos es algo doloroso para los hermanos, por este motivo, como padres, tendréis que ser lo suficientemente coherentes para poder amar a vuestros hijos por igual, porque el amor en el corazón no se divide, se multiplica. Siempre se ha dicho que el concepto de hijo único esta asociado con la extrema protección y la mala educación. Sin embargo, hoy en día el panorama de esta situación está cambiando. Las investigaciones llegan a asegurar que un niño que es hijo único posee más cualidades que defectos. Antes, el hijo único tenía fama de creerse el centro del universo, de ser egoísta, malcriado y rebelde. Hoy en día se aprecia el lado positivo de la situación. Se considera al hijo como una persona normal, independientemente de que sea único o no. Según la psicóloga argentina Gabriela Ensinck, el hecho de ser hijo único no es un elemento que define por sí solo el futuro de un niño. Su evolución, como la de cualquier otro, depende de la educación que le den sus padres. El hijo único puede tener un desarrollo tan sano como el de un hijo con hermanos.