Las grandes ventajas de la música para los niños

La música tiene muchos beneficios para los niños. Por ejemplo, bailar mejora la coordinación, y aprender a tocar un instrumento les ayuda a afinar la psicomotricidad. El estudio de la música se ha mostrado como una de las mejores actividades extraescolares, puesto que se desarrolla una mayor atención, capacidad de concentración y paciencia.
Si quieres iniciar a tu hijo en la música recuerda que puedes hacerlo desde el primer momento. Incluso durante el embarazo los bebés perciben los sonidos, y la música clásica resulta muy beneficiosa en su desarrollo. La música está presente en nuestras vidas a diario, por eso podemos empezar a transmitir a los niños el interés por esta preciosa afición. A través de la música no sólo conseguimos entretener a los peques de la casa, también les ayudamos a desarrollar infinidad de habilidades físicas y mentales.
Es muy importante que los padres sepan claramente por qué están apuntando a su hijo a una actividad extraescolar.
Es necesario que se pregunten si existe esa necesidad, si el niño está preparado o interesado, o si es simplemente una forma de ocupar el tiempo de su hijo al salir de clase.
Muchos padres creen que las actividades fuera de clase ayudarán a su hijo a relacionarse mejor y a conocer nuevos compañeros, es decir, a sociabilizarse. Sin embargo, algunos psicólogos advierten que esta actividad no debe ser concebida como una obligación para los niños. Ellos también necesitan tiempo libre para estar en familia, con sus padres, hermanos, o para jugar o no hacer nada. El niño que no está apuntado a actividades extraescolares no está perdiendo el tiempo ni la oportunidad de prepararse para el futuro. Los niños tienen el derecho de decidir en qué van a emplear su tiempo libre.
Recomendaciones para elegir una actividad extraescolar
Antes de apuntar a tu hijo en alguna actividad extraescolar, sería conveniente que tuvieras en cuenta algunas recomendaciones:
– Motiva a tu hijo a que practique alguna actividad, pero no le obligues ni le impongas tus gustos.
– Proponle que haga una clase de prueba de lo que ha elegido para saber si le gusta realmente.
– Considera la edad, los gustos, el carácter y las habilidades de tu hijo antes de elegir la actividad extraescolar.
– Antes de los 6 años de edad, los niños deberían desarrollar actividades que no exijan normas. En estos casos, es aconsejable que hagan dibujo, pintura o predeporte.
– No utilices esas actividades extraescolares como una forma de premiar o castigar a tu hijo.
– A partir de los 6 años es aconsejable que valores los gustos de tu hijo, así como su capacidad y aptitudes.
– Tras el inicio de la actividad elegida, espera un tiempo para saber si realmente le gusta a tu hijo.
– En algunos casos, cuando los padres practican algún deporte o afición, puede que el niño se vea estimulado a imitarles.
– En el caso de que observes que tu hijo no duerme bien, se muestra cansado y pone excusas para no acudir a la actividad, debes valorar si tu hijo está sobreocupado. En este caso, no insistas en que siga con la actividad. Cuando crezca un poquito más, podrá asumir más responsabilidades y aficiones.
– Es importante que el niño acuda a la actividad con ilusión y voluntad.
– No apuntes a tu hijo a más actividades de las que puede desarrollar, puede terminar agotado.
– El deporte es un buen canal para relacionarse con los demás y mejorar la forma física y la coordinación de los niños.
– Las actividades artísticas sirven para que los niños aprendan a superarse y a arriesgarse.

La actividad conciliada al carácter de los niños

No todos los niños poseen el mismo carácter, ni los mismos gustos e ilusiones. Sin embargo, las actividades extraescolares pueden ayudarles a que superen algunos problemas. Por ejemplo, si un niño tiene problemas para relacionarse, anímale a que practique actividades de grupo. Apúntale en algún deporte de equipo como baloncesto, fútbol o voleibol.

Para los niños más nerviosos, una actividad que les obligue a dominarse, sería más aconsejable. Motívale para que haga judo, natación, ajedrez, etc. Si tu hijo es algo perezoso, elige actividades más solitarias como el tenis, el patinaje, la pintura, o anímale a tocar algún instrumento musical. Si el niño es tímido, el teatro, así como el ballet y los coros, le servirán de mucha ayuda.