Juguetes: Las ventajas y desventajas

A través de los juguetes, los pequeños comienzan a conocer formas, colores, y texturas, además de que les permiten expresar sus emociones y librarse de la energía retenida. Asimismo, les ayudan a interactuar con otros niños, aprender reglas y a compartir, lo cual favorece su desarrollo afectivo-social.
No es necesario comprar los juguetes más costosos y sofisticados, pues contrario a lo que pudiera pensarse, los más sencillos son los que promueven de mejor manera el desenvolvimiento intelectual, facilitan el aprendizaje de la lectura y escritura (debido a que sus manos comienzan a desarrollar habilidades), favorecen la memoria e incrementan la creatividad. Entre ellos se encuentran rompecabezas, juegos de memoria y para ensamblar figuras geométricas, piezas para construir, teclados musicales, marionetas y equipos de deporte (canastas de básquetbol, cancha de futbol y pasamanos), entre otros.
En contraparte, se encuentran los juguetes que promueven la violencia, los cuales, aunque están fabricados con alta tecnología, proporcionan el mensaje de destrucción, además de que muchos de ellos disparan dardos y balas ficticias que pueden lesionar a los pequeños.
Asimismo, nos topamos con los videojuegos, cuyo contenido se basa, en la mayoría de los casos, en matar al adversario, ya sea través de peleas o mediante poderoso armamento.
El problema de los videojuegos es que además de fomentar la violencia, no le permiten al niño echar a volar su imaginación, pues todo está automatizado y sólo deben seguir algunas instrucciones.
Elección del juguete adecuado
Antes de adquirir un juguete es muy importante considerar la edad del niño o niña que lo va a tener, pues cuando es un juguete adecuado puede manipularlo con facilidad, divertirse, aprender y relajarse. Es importante tomar en cuenta que seleccionar el producto para el menor es una labor titánica, ya que desde el principio se debe considerar que los chicos tienen una naturaleza orientada al consumo, pues llegan a anhelar todos los juguetes que salen en la televisión.
En consecuencia, los padres adquieren los juguetes de moda y, paradójicamente, después de unos minutos el infante se entretiene más con la caja, situación que pone de manifiesto que hasta las cosas más sencillas pueden entretener formidablemente a un pequeño, de hecho, construir los juguetes con materiales que ya no se usan en casa, por ejemplo, cajas, botes, botellas de plástico, papel, pinturas y cartones, todavía tiene gran éxito entre los infantes.
Se ha comprobado que con dichos elementos los menores son capaces de desarrollar su creatividad, ya que una simple caja puede convertirse en nave espacial que lo llevará a hacer un viaje a la Luna, por ejemplo.
Aunque lo anterior es una opción aceptada por muchos infantes, sucede que en el afán de identificarse con sus amigos piden a sus padres el juguete de moda. Ante ello, los progenitores sienten la necesidad de dar respuesta a las peticiones de sus hijos y les compran el producto en cuestión, lo cual no es malo, pero lo ideal es que esa adquisición se compense con juguetes didácticos.
Otro aspecto importante a valorar son los pros y contras de los juguetes, proceso propio del consumidor adulto que lo llevará a buscar respuestas a diferentes preguntas, por ejemplo, interés que suscitará en el niño, si es adecuado para su edad, si brinda seguridad, si estimula su imaginación o si tiene alto contenido agresivo.

Juguetes según la edad
Desde la primera infancia (desde el nacimiento hasta los 8 años de edad) hay ciertas actividades lúdicas (de juego) que son populares independientemente del medio ambiente, nacionalidad y nivel socioeconómico.

Durante los 2 ó 3 primeros meses de vida, cuando el niño está adquiriendo control de los músculos de cabeza y brazos, su juego consiste principalmente en mirar gente y objetos, así como hacer movimientos casuales en un intento por tomar cosas que se encuentren frente a él.

Posteriormente, sus brazos y manos habrán adquirido suficiente control como para ser capaces de sujetar y examinar artículos pequeños, momento en el que su actividad lúdica tiene carácter exploratorio.

A los 15 meses si se le deja en un corral, por ejemplo, suele tomar todos los juguetes que se le dan para tirarlos y después grita para que se los devuelvan. Cuando ya puede caminar con cierta facilidad se divierte empujando objetos con ruedas, lo cual le permite desarrollar sus funciones motoras (movimientos) e intelectuales.

Juguetes para niños desde cero meses hasta un año de edad
0 a 6 meses

Móviles de papel o plástico.
Sonajas de hule.
Mordederas.
Juguetes sonoros para fijar en la cama.
Gimnasios que se colocan en la cuna.
Juguetes para niños de 0 a 6 meses

6 meses a 1 año

Animales y muñecos de tela o plástico suave.
Figuras flotantes para el baño.
Pelotas de goma de tamaño mediano.
Cubos para apilar o agrupar.
Construcciones de piezas grandes.
Juguetes para niños de 6 meses a 1 año
Juguetes para niños de 2 a 3 años
A medida que los infantes crecen se manifiesta el desarrollo motriz, equilibrio, memoria lógica, capacidad creadora y todo aquello que le ayuda a la comprensión de las nociones de situación, espacio, forma, color, tamaño y composición.

Animales sobre ruedas para arrastrar.
Juguetes para empujar o arrastrar (coche o camión).
Muñecas con vestidos.
Tambores.
Juegos para encajar figuras de distintas medidas.
Libros de imágenes.
Rompecabezas con piezas grandes.
Piezas grandes para construir.
Pelotas grandes.
Cubos.
Juguetes para niños de 2 a 3 años
Juguetes a partir de los 4 años
Aproximadamente a los 4 años el juego sigue siendo activo pero aparecen ya las primeras reglas, los objetos representativos y concretos empiezan a cobrar interés y se genera la actividad lúdica compartida:

Máscaras.
Objetos donde poder subir, bajar o deslizarse.
Triciclos.
Carretillas.
Rompecabezas.
Cajas con huecos para insertar figuras geométricas.
Muñecas.
Vehículos.
Construcciones.
Pelotas.
Columpio.
Juguetes para niños a partir de 4 años
Juguetes para niños entre 6 y 8 años
El desarrollo intelectual y motriz del pequeño se encuentra más avanzado, lo cual le permite realizar actividades con mayor grado de dificultad; lo recomendable para ellos es:

Bicicleta.
Rompecabezas con mayor número de piezas.
Juegos de cartas.
Memoria.
Canasta de básquetbol.
Palitos chinos.
Estuches para jugar al doctor y la enfermera.
Cuerdas para saltar.
Patines.
Juguetes para niños de 6 a 8 años
Para los más grandecitos
Entre los 9 y 12 años los menores se interesan por juegos que les permitan desarrollar actividad física y mental, así como aquellos que tienen mayor similitud con la realidad:

Microscopios.
Telescopios.
Equipo de deportes.
Juegos de mesa propios para esta edad.
Juguetes para niños de 9 a 12 años

Es evidente que existen varias opciones en el mercado con las que los pequeños podrán pasar horas de diversión al mismo tiempo que desarrollan diversas habilidades.