No podrás avanzar mucho hasta que decidan y aseguren el lugar para la boda ya que muchos de los aspectos decorativos se tendrán que adaptar específicamente a él. Una vez que tengas el lugar podrás pensar en dónde y cómo se acomodarán las mesas de los invitados, la de los novios, la mesa de firmas, el buffet, etcétera.
El principal problema al celebrar una boda al aire libre será que quedarán a merced del clima, por lo que deberán tener siempre esto en mente y contar con carpas o alguna estructura que permita resguardarse de la lluvia en caso de que corran con esa suerte.
En caso de tormenta no solo es importante protegerse de la lluvia sino también del lodo.
Crea caminitos seguros que puedan seguir de una carpa al baño o al estacionamiento; puedes utilizar pallets, hacer tarimas y caminos que los invitados pueden seguir.
Contra el clima hay poco que se pueda hacer, así que lo mejor será contar con un plan B, como por ejemplo celebrar la boda en un hotel o restaurante. Lo último que quieren es que se ponga el sol y no estar preparados, así que piensen en las opciones que tienen para iluminar cada área de la boda pero sin romper el encanto de estar al aire libre. Las bodas al aire libre suelen tener un problema: nunca se cuenta con suficientes baños.
Si así pasa en el lugar en donde será su boda entonces quizá lo mejor será rentar el servicio de baños portátiles, y si así lo prefieres hasta los pueden personalizar y adaptar al tema de su boda. Puede que ese día corra mucho el viento, por lo que en una boda al aire libre lo mejor es evitar los detalles voluminosos o muy altos cuando elijas tu decoración, sobre todo los centros de mesa y los carteles que coloquen en cada una de ellas.