La falta de estrógenos y sus efectos psicológicos

Como parte de su intervención durante el primer Simposio Internacional Nuevas Alternativas en el Manejo del Síndrome Climatérico, la Dra. Julia Casamadrid Pérez, cofundadora de la Asociación Mexicana para el Estudio del Climaterio, se refirió a la poca atención que se da a los aspectos psicológicos y sociales que acompañan a la mujer en esta etapa de su vida.
“Durante el climaterio la mujer sufre una serie de pérdidas que modificarán toda su integridad. Una de las principales es la capacidad de concebir, lo que afecta su plenitud como mujer y su vida de pareja. Asimismo, ve poco a poco desplazada la autoridad que ejerció en otro tiempo en sus hijos, quienes ahora son adolescentes y consideran que deben depender menos de su madre.”
Así, la mujer climatérica vive una crisis al interior de su familia, a lo que se suma un problema indirecto, la condición de salud de sus propios padres, quienes por lo regular son ya personas de edad avanzada. Es así que, por los trastornos fisiológicos y su entorno, la mujer climatérica es catalogada como enferma física y emocional, lo que afecta aun más su condición. “Para médicos, psicólogos y la propia mujer el reto es fortalecer su autoestima y revalorar sus capacidades. Es importante entonces aprender el cuidado de la salud física, emocional e intelectual, pues de ello dependerá tener una vejez digna y feliz”, asegura la especialista.
A partir de los 48 años de edad la mujer empieza a experimentar cambios generados en su aparato reproductor, ya que de manera natural los ovarios producen en menor cantidad estrógenos, hormonas femeninas. Esto resulta peculiarmente importante, ya que además de ser fundamentales en el desarrollo de los caracteres sexuales, los estrógenos se encargan de fortalecer los huesos y preservar la salud de las arterias. Ahora bien, la baja producción de estas hormonas propicia que las menstruaciones sean irregulares, que la sudoración se vuelva excesiva, que se presenten oleadas de calor repentinas, fatiga, depresión frecuente, además de que el carácter se torna irritable y ansioso.
Sin embargo, no todo es malo si se sabe enfocar la situación: desaparecerá la molesta menstruación y los cólicos que la acompañan, podrá gozar de una sexualidad plena sin la preocupación de un embarazo no deseado y, por otro lado, puede recurrir a la terapia de reemplazo hormonal para combatir algunos de los síntomas fisiológicos ya mencionados. En el terreno emocional, podrá revitalizar la relación con su pareja, disfrutar su libertad, viajar y realizar sus actividades favoritas. Palabras como “vieja”, “histérica”, “enferma” y otras son empleadas por alto porcentaje de la población al referirse a quien vive la etapa del climaterio, que inicia con la menopausia. La causa: el carácter irritable y ansioso, ocasionado por la baja producción de estrógenos. Los estrógenos son las hormonas más importantes que influencian la vida de mujeres. Los estrógenos son las hormonas responsables de las características sexuales femeninas tales como desarrollo de las mamas y el ciclo menstrual. Para las mujeres jóvenes, la pubertad empieza cuando la producción del estrógeno aumenta en los óvulos. El nivel del estrógeno sigue siendo relativamente igual durante 25 años, después de lo cual disminuirá constantemente. El cuerpo intenta luchar este problema produciendo dos otras hormonas por la hipófisis: la hormona que estimula del óvulo (FSH) y la Hormona de Luetinisante (LH).
Sin embargo, los niveles disminuidos del estrógeno y la producción creciente de FSH y de la LH crean síntomas tales como calores o sudores de la noche. Hay tres formas principales de estrógeno encontradas en el cuerpo humano: el estrone, el estradiol y el estriol. El Estradiol es el tipo más comúnmente posible medido de estrógeno para las mujeres no embarazadas. La cantidad de estradiol en la sangre varía a través de su ciclo menstrual. Después de la menopausia, la producción del estradiol cae a un nivel muy bajo pero constante.