Reto de los psicólogos la profesionalización y actualización

Los psicólogos clínicos tienen el reto de seguir en constante profesionalización y actualización a fin de satisfacer las necesidades específicas de los pacientes y no “abaratar” su quehacer profesional, opinó el doctor Rodolfo Zermeño Torres, catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
El especialista comentó que actualmente en la psicología clínica se ha registrado un abaratamiento respecto a la formación de profesio-nistas, es decir, cómo algunos psicólogos creen que por tomar un diplomado o ver un video en YouTube ya cuentan con una especialidad, lo que deriva en errores técnicos o prácticas inadecuadas en la interacción clínica con el paciente.
Zermeño Torres comentó que la problemática radica en que algunas universidades han acortado los tiempos de formación, pues explica que hoy en día existen carreras profesionales de tres años y medio, que se cursan en una modalidad cuatrimestral.
“Es un error en la formación, entonces salen de la carrera chicos demasiado jóvenes que no superan los 22 años, y al momento de establecer terapia o práctica clínica es complicado para el psicólogo y el paciente esta situación”.
Además, indicó que en la psicología es importante la apariencia que el profesio-nista da, en términos de la formación que tienen, el aspecto físico, e incluso la forma de vestir, por lo que reiteró que es un problema que las universidades privadas, principalmente acorten los tiempos de formación.
El profesor detalló que es necesario crear colegios de psicólogos, donde una vez que los alumnos egresen puedan continuar con acciones de actualización y capacitación, siempre con la visión de traer expertos de otros países para realizar diplomados o congresos. Iniciativa que debe surgir de los psicólogos con el interés de profesionalizarse en algún campo, u otra solución sería cursar un programa de posgrado, que le permitirá una competencia más amplia en el ámbito laboral.
Dio a conocer que la psicoterapia cuenta con cuatro grandes corrientes, el psicoanálisis, la conductivo-conductual, sistémico y humanista, por lo que la formación tiene que ser en una de estas corrientes, a fin de obtener el conocimiento particular y manejo de una técnica específica.
“la técnica es la forma en la que uno puede enfrentarse a un paciente en términos de encuadre, que son las reglas básicas para atenderlo, manejo de transferencia y aplicación de ciertas intervenciones, lo que a fin de cuentas lleva a la curación, adaptación o comprensión del paciente”, dijo.