Los excesos son reflejo de depresión; riesgos de la temporada: Especialistas

Especialistas advierten que recurrir a la ingesta de comida en exceso puede ser el reflejo de altos niveles de estrés, ansiedad o depresión durante esta temporada.

El estrés proveniente de situaciones que generan tristeza, melancolía, frustración, enojo, ansiedad, nerviosismo o miedo puede incrementar la necesidad de comer de más para controlar las emociones.

Al respecto, plantean que el control de peso durante los festejos navideños y de fin de año se vuelve un reto no sólo estético, sino de salud, que no únicamente tiene que ver con comer en exceso por disfrutar de los platillos de esta época, sino también con el estado de ánimo de personas que llegan a padecer depresión o ansiedad.

“Muchas cosas que parecen mentales en realidad son bioquímicas. Mucha gente en estas fechas se deprime y le da por comer, esto explicado así parece como si fuera una manía que suele ser habitual y en realidad hay una base bioquímica en todo ello”, explica José Antonio Casermeiro Costa, especialista en tema de nutrición.

“La depresión viene dada por unos cambios tanto en el ambiente como en la temperatura por las fechas señaladas, pero también porque hay personas que tienen una hormona cerebral más baja de lo normal, que se llama serotonina; esa hormona cuando desciende da unos síntomas como, por ejemplo, ansiedad por la comida, sobre todo por comer dulces y chocolate en la tarde”, acota.

El especialista señala que la parte del estado de ánimo de cada paciente tiene que ver con su nutrición.

“Influye mucho el clima, las horas de sol, hasta incluso la temperatura; hay muchas cosas que son alimentos para el cerebro, hacen que las hormonas del cerebro funcionen diferente”, detalla.

En entrevista, agrega que las emociones son controladas por el hipotálamo, en el cual se regula el hambre, por lo que al surgir alteraciones químicas o falta de vitaminas, minerales y micronutrientes se puede producir un desequilibrio importante de emociones y hábitos alimenticios.

De ahí la importancia, insistió, de detectar los impulsos de comer de más o el no poder controlar la ingesta de alimentos altos en azúcares, grasas y carbohidratos, lo que ha contribuido a la epidemia de obesidad y sobrepeso en el país.

Padecimiento estacional

El Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI) señala que la tristeza navideña se asocia con la añoranza por el recuerdo de la muerte de personas queridas y los malos tiempos económicos.

Advierte el CEEPI que además de la comida, las personas con depresión navideña pueden sustituir los afectos que no tienen por conductas compulsivas como la compra de todo tipo de artículos.

Se calcula que a nivel mundial 6% de la población padece depresión estacional. A medida que se acerca el invierno y las horas de luz se reducen aparece un tipo de depresión denominado trastorno afectivo estacional, que según los especialistas se presenta con más frecuencia entre las mujeres.