En San Luis Potosí, existen más de mil pandillas, pero nadie tiene un censo real de todos y cada uno de los grupos de jóvenes que se reúnen para conformar una banda, reconoció, ayer Pedro Carrizales, líder juvenil de «chavos banda», quienes trabajan para lograr que encuentren un modo de vida que los aleje de la comisión de delitos.
En entrevista expuso que diariamente hay detenciones de jóvenes que son asegurados solo por su aspecto y se criminaliza sin antecedentes a quienes se cree son parte de una pandilla por su apariencia.
La autoridad piensa que es así como van a acabar con un problema que tiene que ver con la falta de oportunidades y con situaciones familiares complicadas.
Pedro Carrizales mencionó que los connatos de violencia son cada vez más comunes entre los grupos juveniles y se presentan sobre todo en colonias como División del Norte y en Las Piedras.
Agregó que es necesario combatir el uso de inhalantes y crear espacios de empleo para que los jóvenes realicen una actividad laboral y no sigan vagando en las calles.
Subrayó que los jóvenes son carne de cañón de los grupos delincuenciales que los reclutan para cometer diversos delitos y son los que mandan por delante y son los primeros que caen durante los enfrentamientos.
Es un círculo vicioso que se remite primero a la violencia y al rechazo que hay dentro de los hogares, por lo que al momento de unirse a una banda donde se les ofrece dinero por cometer actividades ilícitas de una manera relativamente fácil caen en esta circunstancia.
