Doce estaciones de bombeo de combustible, ocho campos petroleros e instalaciones de gas, así como más de 170 camiones cisterna y otros vehículos de transporte de suministros, que presuntamente servían en las operaciones del grupo yihadista Estado Islámico en Siria, fueron destruidos por bombardeos rusos.
Estas acciones forman parte de las operaciones aéreas rusas en Siria cuyo objetivo esta semana fueron instalaciones petroleras que están en manos de los militantes del grupo yihadista, destacó el Gobierno de Rusia.
El Ministerio de Defensa de Rusia, a través de su portavoz Igor Konashenko, dio a conocer el resultado de las operaciones que realizaron los aviones de combate esta semana en Siria y afirmó que los combatientes islamistas están sufriendo “graves pérdidas”. Los ataques aéreos rusos propinaron duros golpes a los militantes armados, afectando así sus ingresos por la venta ilegal de petróleo, aseguró Konashenko y explicó que los terroristas tienen a su disposición unos ocho mil 500 camiones cisterna que transportan más de 200 mil barriles de crudo al día.
Así que la destrucción de sitios petroleros y vehículos para transportar el crudo son “graves pérdidas” para ellos.
Rusia emprendió una campaña militar aérea contra los yihadistas, a petición del presidente sirio Bachar Al Assad, el pasado 30 de septiembre, centrada primero en sus instalaciones de producción y almacenamiento de armas y municiones.
Sin embargo, a mediados de noviembre el Gobierno de Moscú anunció que a partir de entonces sus aviones dispararían hacia sitios de producción, almacenamiento, transporte y procesamiento de combustible controlado por los yihadistas.nado de la RFA efectuaron sus primeros disparos en Omar.