Los venezolanos eligen hoy a 167 nuevos integrantes de la Asamblea Nacional, una oportunidad para que la oposición cambie el equilibrio de poder en ese órgano dominado por el oficialismo, y haga a un lado las tensas relaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y los opositores.
Especialistas afirman que las elecciones legislativas tienen tintes de plebiscito para el presidente Nicolás Maduro, enfrentado a una crisis económica que golpea su popularidad, a la sombra de la cual la oposición cobró bríos.
“Esta Asamblea, que cumple órdenes de una cúpula antidemocrática, hasta ahora se ha dedicado a servir a los intereses de Nicolás Maduro y de Diosdado Cabello (presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela), no del pueblo. Queremos una Asamblea que trabaje por la gente, por esos mismos que los eligieron y merecen ser respetados”, dijo a un Diario de circulación internacional Lilian Tintori, activista y esposa del líder opositor Leopoldo López.
El sondeo de la firma Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD) destacó que mientras la oposición consolidó su preferencia con 43 por ciento, el oficialismo perdió 2.2 puntos porcentuales respecto de un estudio que realizó con anterioridad.
Durante la última década el oficialismo ha mantenido la hegemonía en el órgano legislativo y por ello ha podido defender la gestión del Ejecutivo, otorgándole poderes especiales para legislar por decreto tanto al fallecido presidente Hugo Chávez como a Maduro.
De acuerdo con Roberto Briceño, director del Laboratorio de Ciencias Sociales (LACSO) en Venezuela, la oposición tiene la oportunidad de obtener unos 90 escaños que le den mayoría en la Asamblea Nacional, aunque es factible que supere los 100.
“En cualquiera de los dos casos el gobierno tendrá que compartir el poder y someterse a una vigilancia y control que hasta ahora no tiene. Eso abre un nuevo escenario político no exento de riesgos y conflictos, pero es una esperanza para una transición pacífica y democrática”, precisó.
Advierte protesta
Por el contrario, Maduro señaló el pasado 30 de noviembre que bajo ninguna circunstancia entregaría el poder en el supuesto caso de que la oposición logre la mayoría en la Asamblea Nacional. “Yo sé que vamos a triunfar, pero si pasara una circunstancia negativa, yo me iría a las calles a luchar con el pueblo como siempre lo hice, y la revolución pasaría a otra etapa, una nueva etapa”.
Ante un posible estallido de violencia el gobierno venezolano aseguró, durante esta semana, que la jornada electoral estará respaldada por el llamado Plan República, un operativo militar habitualmente desplegado para asistir los procesos electorales en ese país.
Además, el ministro de Defensa de Venezuela, el general Vladimir Padrino, dijo que “se ha pretendido mitificar el 6 de diciembre. Será una fiesta electoral, no va a haber ni golpe de Estado, ni junta cívico-militar, ni mucho menos militares; pero tampoco habrá violencia”.
El hecho de que el gobierno hable de garantizar la seguridad durante las elecciones no es una señal de que acepte un posible triunfo de la oposición, ya que “no hay que olvidar que el grupo en el poder fue golpista, que intentó tomar el poder por asalto, con las armas, por la fuerza y con muertos, así que su talante democrático no es evidente, señaló Briceño.
Ante la posibilidad de que el gobierno de Maduro no acepte un posible resultado que favorezca a la oposición Tintori argumentó que para ellos “el único escenario es ganar” y que los comicios serán “una nueva fase donde el pueblo demostrará pacífica y democráticamente que quiere el cambio”.
Entre violencia
Las elecciones programadas para hoy llegan bajo un contexto violento, ya que el pasado 25 de noviembre el secretario del partido Acción Democrática y político opositor, Luis Manuel Díaz, falleció por los disparos hechos desde un vehículo al finalizar un mitin presidido por Tintori.
La esposa de López precisó en conferencia de prensa que ese atentado iba dirigido a ella, que “fue planificado” y que tan sólo representa al “estado terrorista de Nicolás Maduro” y dijo a este diario que tiene miedo de lo que el régimen de Maduro pueda hacer con su vida y la de su familia, “al igual que lo tienen los 30 millones de venezolanos que son diariamente víctimas de la violencia”.
Algunas voces como la del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, han exhortado al gobierno de Venezuela a proteger a los líderes opositores e incluso el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, precisó en un comunicado que el homicidio de Díaz no era un hecho aislado sino que formaba parte de una estrategia para amedrentar a la oposición.
La posibilidad de un estallido social en Venezuela, de acuerdo con Briseño, dependerá de dos factores por un lado está la decisión que tome el gobierno con los llamados grupos violentos de Chávez que controla, y la decisión que tomen los grupos que apoyan al chavismo, pero que el gobierno no tiene control. Y por el otro está la decisión que tomen las fuerzas armadas para permitir o reprimir esos grupos.
“Las elecciones han sido una válvula de escape a una presión, pero si se cierra la posibilidad de un cambio, puede estallar en cualquier momento”, destacó.
Golpe por la crisis
Venezuela es un país que arrastra una crisis económica severa, su gente padece la escasez de productos básicos, lo que ha sido uno de los factores que favorece al repunte de la oposición en la intención de voto.
A pesar de que los candidatos opositores cuentan con una ventaja sobre el oficialismo aún les falta luchar contra el ventajismo electoral del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) y sus críticos dicen que es un órgano parcial que ha favorecido a los candidatos del gobierno.
Según la reciente encuesta Venebarómetro del independiente Instituto Venezolano de Análisis de Datos, 60% de los venezolanos dice que el CNE favorece al oficialismo, precisó la cadena británica BBC.
Tintori señaló que hoy se abrirá la puerta de la democracia y que de ganar los comicios trabajarán por el bienestar de los venezolanos que han estado sometidos a la peor de las situaciones de escasez, inflación y violencia, además de que buscarán que se apruebe la ley de amnistía que permitirá la liberación de 75 presos políticos.
Unos 19.5 millones de electores están convocados para elegir a los diputados de una Asamblea controlada por el oficialismo de izquierda desde que Chávez llegó al poder.