Aprende cómo realizar planes y esquemas de estudio y seguirlos

Abarca tanto los objetivos de aprendizaje, como el programa que los estudiantes emprenderán, además del contexto en donde se llevarán a cabo las actividades que les ayudarán a alcanzar esos objetivos.

No siempre es fácil mantener una distinción entre los objetivos de aprendizaje y el programa en sí. Cuando se hable del componente de conocimientos necesarios, por ejemplo, algunos participantes harán una lista considerable de áreas de conocimientos que ellos consideran deban adquirir los graduados de cualquier curso. Esto hará inevitable que se entable un debate sobre cuál área de actividades aportará ese conocimiento. Sin embargo, determinar lo que deberían saber los graduados y cómo estos deberían adquirir ese conocimiento, son cosas diferentes, dado que existen distintas maneras de adquirir nuevos conocimientos. Por lo tanto, será útil que estos dos elementos se mantengan separados cuando se redacte el plan de estudios.

Muchos actores estarán más interesados en determinar cuáles deben ser los objetivos de aprendizaje y no las actividades de aprendizaje en sí. Esto es lo máximo que podrá esperarse de ellos. Algunos considerarán que no saben cuál sea la mejor manera de alcanzar esos objetivos. Otros podrían no saber con cuáles recursos se cuenta para poder alcanzarlos. Es probable que algunos de ellos ignoren cuáles expectativas traerán los estudiantes consigo, o qué tipo de actividades desean o pueden emprender. Estos actores preferirán dejar en manos de otros, los temas que consideran ser, más bien, una prerrogativa de los expertos.

Algunos actores se sentirán incapaces de ayudar a elaborar el programa detallado de aprendizaje. Sin embargo, sus opiniones en materia, serán una fuente valiosa de equilibrio entre el trabajo práctico y el teórico. Sus consideraciones en cuanto al aprendizaje basado en la experiencia, podrán equilibrar las tendencias de los actores provenientes de las instituciones de capacitación, los cuales suelen orientarse más hacia el aprendizaje a través de textos, cuya evaluación es más fácil.

Esta guía argumenta que el programa educativo o de capacitación será más efectivo, en la medida en que los actores participen en la definición de los objetivos y actividades del plan de estudios.

Enfoques de elaboración basados en conocimiento-aptitudes- actitudes

Lo más importante en la elaboración participativa de planes de estudios, es asegurarse con antelación, de que los actores estén enterados de que el enfoque a utilizar es el de conocimiento-aptitudes-actitudes. Por lo tanto lo que se les pide es que no sólo contribuyan a determinar el conocimiento básico que deberán adquirir los estudiantes, sino el tipo de personas que deberán ser, así como las acritudes que tendrán que desarrollar a través de los programas de educación y capacitación que se les proporciona. Cada una de estas áreas requerirá, por lo tanto, que se establezcan objetivos de aprendizaje.

La mayoría de los actores habrá sido educada en el sistema de educación formal, en donde se hace hincapié en la transferencia de conocimiento. Por lo tanto, sus consideraciones serán muy semejantes a la de muchos docentes: los estudiantes deben aprender del maestro y/o libros de texto y repetir lo que han aprendido mediante algún tipo de exámen. Lo que es más, la mayoría de ellos formará parte del grupo que más se ha beneficiado con ese tipo de sistema. Estos habrán aprobado exámenes, acumulado certificados y otras calificaciones y tenderán a creer que la educación significa conocimiento, y sobre todo, considerarán.que la teoría es algo superior al conocimiento práctico.

Pero esta definición no corresponderá a todos los actores. Los patronos, por ejemplo, pondrán mayor énfasis en el conocimiento práctico y no en la teoría. Los agricultores, que suelen tener una educación menos formal, pondrán mayor énfasis en las aptitudes prácticas y a veces en las características personales que se poseen respecto al conocimiento práctico. Es por ello que para mantener un equilibrio entre el conocimiento, las aptitudes y las actitudes, es necesario involucrar en la elaboración del plan de estudios, a una amplia gama de actores, tales como los agricultores y otros.

Una de las maneras de garantizar que existe una participación eficaz de los actores, consiste en tomar en cuenta sus intereses particulares. Por ejemplo, solicitando a los actores provenientes del patronato, que expresen detalladamente las características que debería tener un empleado potencial si les tocara a ellos hacer la entrevista, por ejemplo:

qué tipo de conocimiento consideran debería tener un empleado potencial;
qué clase de aptitudes debería haber desarrollado ya; y
qué clase de actitudes desearían que este tuviera. Lo mismo podría hacerse con otros grupos de actores, sea a través del debate o de una dramatización. El análisis de las tareas y la redacción de facsímiles de descripciones de trabajo también podrán ser herramientas para trabajar con los diferentes actores, dado que cada uno de ellos verá el trabajo y las tareas de manera distinta (para obtener herramientas en esta materia podría consultar el capítulo 3 de Planificación para una capacitación efectiva: una guía para elaborar planes de estudios «Planning for Effective Training: A Guide for Curriculum Development FAO», Roma 1993). En cada caso, los elementos para el crecimiento personal, vinculados a los objetivos de aprendizaje, serán tan importantes como los objetivos de conocimiento y aptitudes.

Redactando los objetivos de aprendizaje

Como vimos anteriormente un objetivo equivale a resumir lo que los estudiantes deberían ser o lo que deberían ser capaces de hacer después de haber concluido, con éxito, un curso, una capacitación, o una experiencia didáctica determinada. Es decir, que debería haber un cambio en la conducta del estudiante, el cual pueda ser medido de alguna manera. A veces los objetivos pueden dividirse en dos categorías: generales y específicos; en otros casos, estos se expresan sólo mediante descripciones específicas.

Muchos docentes y capacitadores planifican la enseñanza en términos de lo que harán ellos. El punto más importante es recordar que los objetivos deben estar expresados en términos de lo que el estudiante será capaz de hacer después del período de aprendizaje. Pero para lograrlo se necesita quitar énfasis a lo que los docentes/capacitadores harán y poner más hincapié en lo que los estudiantes deberán hacer. Si se aferra este concepto se tiene la clave para redactar los objetivos de aprendizaje.

Cuando preparen los objetivos específicos, los elaboradores del plan de estudios deberán tratar de asegurarse que:

los objetivos estén descritos en términos de lo que los estudiantes serán capaces de hacer después del curso
la conducta deseada haya sido identificada en términos precisos y especificar que esta conducta podrá ser observada (una evaluación de estas actividades debería ser posible). Dicha conducta estará relacionada con el conocimiento, las aptitudes o actitudes;
las condiciones en que la conducta deseada deba manifestarse hayan sido estableadas;
el criterio o desempeño estándar que el estudiante debe lograr para que se le considere aceptable haya sido fijado.
Por ejemplo:

Al final de esta clase, el estudiante debería ser capaz de escribir, de manera lo suficientemente específica, los objetivos de conducta necesarios para impartir un curso en agricultura

Por lo tanto, cuando se escriban los objetivos hay que tomar en cuenta una serie de pasos:

determinar el cambio de conducta: Para lograr este objetivo, el estudiante debe cambiar su conducta. Para evaluar si esto ha ocurrido, es necesario contar con evidencias. Esto se puede lograr al incluir un verbo que describa la acción que el estudiante deberá ser capaz de realizar después de haber concluido su período de aprendizaje, por ejemplo, resolver, definir, identificar, reconocer, hacer una lista, enumerar, construir, expresar, explicar, o seleccionar. Algunos verbos deberían ser evitados en la medida de lo posible, por ejemplo, saber, entender, disfrutar, pensar, o apreciar.
establecer la condición bajo la cual el cambio de conducta debería manifestarse (por ejemplo, período de tiempo, etc.); y
especificar criterios de desempeño aceptables.
Considere un ejemplo de objetivo que establezca lo que un estudiante debería hacer para construir un gallinero. Es aceptable este objectivo tal como lo describió ?

Conducta: qué esperamos que el estudiante haga? Para «saber como» construir un gallinero o llevar a cabo esa construcción? Supongamos que esperamos que los estudiantes realicen la actividad de construcción – esto puede ser evaluado.

Estableciendo las condiciones: es necesario establecer claramente bajo cuáles condiciones se debe lograr ese objetivo. Si hubiera que indicar que el estudiante «debería ser capaz de construir un gallinero», en cuánto tiempo debería lograrlo? Un mes? Un año?
Podemos establecer una medida para este objetivo al indicar que, «al final del curso, el estudiante debería ser capaz de construir un gallinero dentro de un período establecido».

Especificando los criterios: Es necesario que nos preguntemos algunas cosas más sobre la tarea que el estudiante debe realizar. Cuán grande debe ser el gallinero? Cuántas gallinas debería tener? Es para gallinas u otro tipo de aves? de qué materiales debería estar hecho? Cuánto espacio debería tener cada ave? Y por supuesto debería estar bien construido, ser estable, sólido y duradero, capaz de resistir a la intemperie.

Es evidente que hay que especificar con cuáles criterios deberá cumplir el estudiante, por ejemplo, el gallinero debería estar hecho de madera y techado de paja, y tener capacidad para 50 gallinas ponedoras.

Nuestro objetivo final podría ser, por lo tanto:

Afínales de este curso, los estudiantes serán capaces de construir, en un período de tiempo determinado, un gallinero bien hecho, de madera y con techado de paja, con capacidad para 50 gallinas ponedoras, y el espacio individual recomendado para cada ave.

Una manera abreviada para recordar que los objectivos deberían estar escritos según el enfoque es pensar en objetivos «INTELIGENTES». Esto significa que los objetivos deberían ser:
E = específicos

M = mensurables

A = alcanzables

R = realistas

T = tener un tiempo determinado

Límites a los objetivos

Los objetivos específicos son más útiles cuando se tratan las áreas de conocimiento y aptitudes, pues existen muchas maneras de evaluar la adquisición de ambos. En cambio, la adquisición de actitudes es mucho más difícil de medir, porque ello implica un grado de subjetividad mayor, tanto de parte de los estudiantes, como de los docentes. Esto significa que, dada la utilidad de los objetivos, es probable que los docentes vean al grupo de estudiantes como un todo homogéneo. La utilización de objetivos no debería suprimir la individualidad de los estudiantes en su manera de enfocar el aprendizaje, o ignorar la diversidad de experiencias que estos poseen. Tampoco debería limitar la apreciación de lo que puede ser aprendido de manera inesperada, respecto a los objetivos fijados, dado que mucho del aprendizaje importante resulta ser imprevisto.