A María Félix no le gustaba la obra de Rivera, Botero, Tamayo y Sebastián

Se sabe que María Félix tenía agrados muy peculiares. Por ejemplo, le gustaba siempre estar muy arreglada y acompañada de joyas (verse bien era la forma en que mostraba respeto a sus seguidores); coleccionar porcelanas de Sevres, objetos de plata y hasta pinturas. Pero no cualquiera.
“La Doña” era muy especial a la hora de comprar, e incluso al recibir como regalo alguna obra de arte. Basta con mencionar que un retrato que le hizo su amigo Diego Rivera lo mandó a “arreglar” con un albañil porque le parecía terriblemente feo. Creemos que con este hecho le rompió doblemente el corazón al muralista.
1. Diego Rivera (y de paso, Frida Kahlo)
A pesar de haberle dedicado retratos y piropearla cuantas veces podía, el muralista mexicano no logró enamorarla y tampoco agradarle como pintor.
Rivera le hizo un cuadro a María Félix en el que ella aparecía desnuda. La historia, según la actriz, es que ella le pidió ser retratada como una tehuana, sin embargo, el pintor no quiso porque le parecía una vulgaridad. Luego de terminada, la actiz mexicana mandó a ponerle un velo. El encargado de hacerlo: Un albañil con pintura para casas.
¿Usted cree que eso es arte? Los pintores mexicanos nunca me han gustado. Tengo frente a mí un dibujo de Diego (Rivera) que tiene algunas cosas mal hechas. A mí Diego nunca me gustó y era mi amigo, y Frida (Kahlo) también. Ahorita, cuántos cuadros de ellos no tendría en mi casa, si me gustaran”, dijo la actriz en una entrevista en 1993. Al final, se vendió el cuadro por 15 millones de pesos a Juan Gabriel.
2. RUFINO TAMAYO
Lo de Félix no fueron los temas regionalistas. Por ello, las pinturas de Rufino Tamayo -cuyo estilo combinó temas populares autóctonos, con las formas artísticas de la vanguardia europea como el cubismo- nunca fueron de su agrado.
Al respecto, ella mencionó: “En todo el mundo la cultura está mal ahora. La pintura, por ejemplo, se traduce en dinero. ¿Usted cree que son pinturas esos garabatos que pintó Tamayo?. ¿Usted cree que Tamayo se iba a herniar por los monigotes que hacía?. Algunos se los habrá hecho Olga, son tan fáciles de hacer…”.
3. SEBASTIÁN
A María Félix nunca le gustó la escultura, pese a que contribuyó en el rescate de la Diana Cazadora.
Pero hubo una pieza en particular que no sopoartaba: “El Caballito”; obra realizada por el escultor chihuahuense Sebastián, cuyo verdadero nombre es Enrique Carbajal, y que se inauguró en 1992 sobre Paseo de la Reforma.
Félix se refirió a «El Caballito» como: “Esa horrible cosa amarilla”.
4. FERNANDO BOTERO
Característico por sus pinturas y esculturas protagonizadas por cuerpos de grandes volúmenes, el artista colombiano, Fernando Botero tampoco estuvo en la lista de favoritos de María Félix.
En una ocasión, a la periodista Alegría Martínez, le confesó: “La escultura no me gusta. Me iban a regalar un Botero, pero imagínese: ¡Toda mi vida he hecho dieta!. No estoy loca para poner un Botero, él hace caricaturas”.