¿De reversa, mami?

No hay que ser ni muy inteligente ni tan informado, como para saber que el destino de México y los mexicanos ha estado y estará relacionado con lo que suceda en los Estados Unidos de América. Nuestra historia está profundamente marcada por esta vecindad que incluso nos llevó a perder la mitad de nuestro territorio. Y todo parece indicar que así seguirá siendo en los tiempos por venir.
Como es lógico, los flujos migratorios han sido intensos y millones de personas han ido y venido de cada lado de la frontera. Como producto de esa migración, millones de personas han llegado a constituir incluso un nuevo grupo poblacional en aquella nación del norte, formado por mexicanos que han ido a los Estados Unidos de América, en búsqueda de mejores oportunidades. Mexicanos que han tenido hijos y nietos allá y que, al paso del tiempo, han llegado a convertirse en un segmento cada día más importante e influyente en la vida estadounidense.
Y precisamente ahora que ya nos hemos acostumbrado a vivir con esa realidad que a manera de broma algunos refieren como la “lenta pero firme reconquista del territorio perdido” y que estamos todos ocupados en batallas para lograr una reforma migratoria que favorezca ese flujo y legalice la estancia de mexicanos en aquel país, un estudio publicado por PewResearch Center, nos viene a revelar que aquel estrato poblacional en constante crecimiento desde hace años, por primera vez, como lo sugiere el título de esta columna, tiende a decrecer. En efecto, dicho estudio publicado el 19 de noviembre de 2015, nos muestra que en las mediciones llevadas a cabo entre 1995 y el año 2000, se observa un flujo neto positivo de mexicanos que migraron a EUA del orden de 2,270,000 mexicanos. Igualmente nos muestra el resultado de mediciones hechas entre 2005 y 2010, que revelan que, por primera vez, existió un flujo neto de 20 mil migrantes que regresaron a México, flujo que entre 2009 y 2014 se intensificó, hasta llegar a los 140 mil migrantes que salieron de los Estados Unidos.
Otros datos publicados refuerzan esta apreciación sobre la caída de la cifra de migrantes. Las aprehensiones de indocumentado, por ejemplo, se han venido reduciendo progresivamente hacia 2014 hasta alcanzar niveles similares a los de 1973 al alcanzar la cifra de 230,000 migrantes detenidos. Por su parte, la cifra “negra” de habitantes indocumentados en EU de origen mexicano, se estimó para 2014 en 5.6 millones, cifra sensiblemente inferior a la de 6.9 millones en 2005.
Obviamente, PewResearch Center busca explicaciones a este comportamiento demográfico y lo atribuye, por una parte, a la rápida respuesta del mercado laboral a la crisis financiera de 2009 (con todas sus repercusiones en la producción y el empleo), así como a la lenta recuperación de la economía estadounidense que hizo menos atractivo emigrar en busca de oportunidades, todo ello aunado al evidente endurecimiento de las políticas de vigilancia fronteriza. Sin embargo, al ser entrevistados, solo el 25% de los migrantes atribuye a la falta de trabajo su regreso a México, mientras que el 40% señala que la reunificación familiar es lo que los ha motivado a volver.
Por su parte, las encuestas del INEGI aportan información que conviene considerar en este análisis a que nos ha llevado el estudio del PewResearch Center. Por una parte, nos indican que para 2015 los mexicanos tienen menos lazos familiares que en 2002, mientras que la disposición a migrar permanece constante desde 2009, mostrando que el 35% está dispuesto a cruzar la frontera, del cual, el 20% lo haría ilegalmente, de ser necesario.
Esto no deja de llamar la atención, si observamos que solo el 48% de los encuestados piensa ahora que la vida del otro lado de la frontera es mejor, mientras que el 33% ha respondido que no es ni mejor ni peor.
Por otro lado, el migrante de 2014 es muy diferente a aquel que migró en la década de los noventas. Aquellos migrantes “originales” se asentaron, pero el flujo no se ha renovado, lo que provoca que la edad promedio del mexicano en los Estados Unidos de América aumente, como uno de los cambios en el perfil del migrante. Repasemos algunos de los más significativos.
Los migrantes han envejecido de 29 años promedio a 39, manteniendo la misma relación de 55% hombres y 45% mujeres, habiéndose reducido significativamente la proporción de aquellos que no han estudiado preparatoria, ya que el porcentaje de quienes sí lo han hecho, pasó de 58% a 76%, lo que muestra una población ahora mucho más educada.
Interesante información que Miguel Basañez, Embajador de Mexico en los EE.UU, deberá tener en cuenta para poder trabajar más eficazmente en aquello que recientemente señaló en una entrevista en el diario Reforma, de la Ciudad de México, relacionado con la convocatoria a la comunidad México – americana para sumarla en apoyo de las causas de nuestro país y en favor de una mejor política migratoria estadounidense.Especialmente ahora, que los fantasmas xenofóbicos que recorren el mundo, no nos han perdonado y se aparecen amenazantes en el país vecino del norte.