Merkel garantiza que mantendrá a sus soldados en Afganistán

La canciller alemana, Angela Merkel, garantizó hoy ante el presidente afgano, Ashraf Gani, que su Ejército mantendrá su presencia en el país en 2016, de acuerdo a lo decidido ayer a escala de la OTAN a la luz de la situación de inseguridad de la región.

«El compromiso de Alemania con el futuro de Afganistán no acabará con la entrada de 2016», indicó Merkel en una comparecencia con Gani, en visita de trabajo para abordar con el Gobierno de Berlín la ayuda a la reconstrucción de su país.

El pronunciamiento de Merkel sigue a la decisión formal de los ministros Exteriores de la OTAN de mantener en Afganistán a 12.000 efectivos en tareas de asesoramiento a las fuerzas de seguridad afganas.

El Gobierno de Berlín se había adelantado a esta medida al decidir el 18 de noviembre prorrogar su presencia en suelo afgano hasta finales de 2016 y ampliar hasta 980 el número de sus soldados.

Tras años de presencia militar en el país, el objetivo de ese contingente no debe ser la intervención «directa» en acciones de combate, indicó Gani, puesto que esa función debe asumirla el Ejercito afgano, sino proseguir las tareas de formación.

«Estamos comprometidos con la reconstrucción nacional de Afganistán, lo que implica trabajar con sus autoridades para ofrecer un futuro en el país a sus 35 millones de habitantes», subrayó la canciller.

Gani expresó su agradecimiento a Alemania, uno de los grandes contribuyentes a la ayuda al desarrollo, al tiempo que insistía en que ése también era el objetivo de su Gobierno.

El presidente afgano acudió a Berlín en un momento de fuerte discusión en el seno de la gran coalición política de Merkel, en busca de fórmulas para contener la llegada de peticionarios de asilo.

La jefa del Gobierno insistió en que deben ofrecerse esas «perspectivas de futuro» a los afganos que las busquen para que se queden en Alemania y evitar que traten de llegar a Europa, frecuentemente a través de redes de tráfico humano.

Cada afgano que abandona su país para llegar a Europa paga de 20.000 a 25.000 dólares a alguna de esas redes, indicó Gani.

La realidad que encontrará en Alemania, de alcanzar ese destino, no es el «futuro de rosas y oro» que esperaban, sino que se verán en condiciones propias de la inmigración ilegal o la expulsión, añadió.

Gani, quien además de su encuentro con Merkel tenía en agenda reunirse con el presidente alemán, Joachim Gauck, insistió en la necesidad de diferenciar a quienes proceden de regiones inestables de quienes acuden a Europa por razones económicas.

Alemania espera recibir este año un millón de refugiados, en su mayoría procedentes de Siria y de otras regiones en conflicto, pero también afganos y migrantes procedentes de los Balcanes.

El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, alertó hace unas semanas de esta situación, que tachó de «inaceptable».

De Maizière recordó que los afganos son el segundo mayor grupo nacional entre los refugiados que llegan a su país y explicó que Berlín negociará con el Gobierno afgano un procedimiento de repatriación.