El incremento de adolescentes embarazadas en San Luis Potosí es preocupante y una situación que refleja los problemas sociales de fondo, por lo que debería ser una obligación para las instituciones del Estado garantizar la continuidad de una vida plena de derechos para las menores de edad en esta condición, afirmó el licenciado Jalil Chalita Zarur, presidente de la Agrupación Política “Unidos Por México”.
Señaló que de acuerdo a la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, los embarazos en adolescentes en el estado registraron un aumento del 7.2 por ciento, por lo que el gobierno debería implementar campañas de prevención.
“El aumento en el índice de menores embarazadas es por la falta de información, la persistencia de mitos y dificultades de comunicación en las familias, así como la carencia de servicios de salud amigables y accesibles para los jóvenes, quienes empiezan a tener relaciones sexuales en condiciones de desventaja”, expresó.
Entonces, agregó Chalita Zarur, no es problema sólo del adolescente, sino de las familias y los gobiernos.
“Ser madre por primera vez a muy temprana edad y casi enseguida volver a tener un hijo o más deriva en problemas de salud y desigualdad social”, detalló, por lo que considera necesario diseñar estrategias para prevenir el embarazo en adolescentes.
México, agregó, ocupa el primer lugar mundial en embarazos de menores de 18 años, con mil 252 partos diarios o un embarazo por minuto en niñas desde 10 años, hasta adolescentes de 18, lo que evidencia que la situación se ha salido de las manos.
“Si bien el número y espaciamiento de los hijos es un asunto privado, éste se ha convertido en un problema público, por lo que se requiere plantear estrategias para atender este fenómeno”, consideró
Jalil Chalita Zarur dijo que solicitará un informe al Instituto de las Mujeres del Estado (IMES) en el que tendrán que explicar que acciones han llevado a cabo para prevenir esta problemática y cuáles han sido los resultados.
Se ha identificado que la mayoría de los embarazos no deseados se registran en la zonas rurales de la región Huasteca, entre estudiantes de secundaria y bachillerato, por lo que lo que se deben aplicar campañas y estrategias focalizadas en estos sectores.
“El problema requiere mucha atención, ya que las consecuencias del embarazo adolescente no solo se viven en el corto plazo, sino que se extienden a lo largo de la vida de las jóvenes madres y sus hijos”.
Jalil Chalita Zarur dijo que es de suma “importancia retomar los procesos educativos, que se pierda el miedo en las casas para educar a los hijos desde pequeños; hay que hablarle de sexualidad de reproducción humana. Hay que hablarles en términos no solamente biológicos, sino también en términos de desarrollo social, de desarrollo psicológico.
Hoy en día el embarazo en adolescentes constituye en México un problema de salud pública, que se da en un contexto de pobreza y falta de educación que perpetúa altas tasas de embarazo en este grupo de edad.
Lo anterior, añadió para finalizar, además de significar una tragedia social que limita el desarrollo de la nación, pone en riesgo la vida de la madre y el hijo.
