El presidente sirio, Bashar al Assad, dijo el domingo a un alto cargo iraní que sus adversarios habían incrementado los suministros de armas y apoyo financiero a los insurgentes, desde el inicio de una gran ofensiva respaldada por sus aliados para recuperar territorio perdido.
Al Assad, citado por medios estatales, dijo a Ali Akbar Velayati, un alto asesor del líder supremo de Irán, que el apoyo militar que su país estaba recibiendo de Irán y Rusia había llevado a países enemigos, que no identificó, a «incrementar su ayuda financiera y a equipar aún más a los terroristas».
Este empeño de luchar contra el terrorismo seguirá a pesar de la reciente escalada por parte de algunos países hostiles que, mientras dicen estar luchando contra el terrorismo, han aumentado (los envíos de) fondos y armamento a estos grupos», dijo el mandatario, citado por Sana.
Al Assad destacó que esa «escalada» se debe a los «importantes logros» del Ejército sirio frente a los terroristas, apoyado por los «amigos», principalmente Irán y Rusia.
Ambos países apoyan al régimen de Damasco y tienen asesores militares en Siria para ayudar a las tropas gubernamentales, además de la campaña de bombardeos aéreos que Rusia lanzó el pasado septiembre contra grupos armados opositores sirios.
Al Assad también hizo hincapié en que, tanto su Gobierno como sus amigos, tienen «la certeza de que eliminar el terrorismo es el primer paso hacia el establecimiento de la estabilidad en la región y en el mundo, y el verdadero camino hacia el éxito de cualquier solución política negociada» en Siria.
Por su parte, Velayati afirmó la determinación de Teherán de seguir apoyando al Gobierno sirio «ya que la guerra que está luchando es crucial para la región y el mundo», en declaraciones citadas por Sana.
Asimismo, expresó su aprecio por la «excepcional resolución» del pueblo y el Gobierno sirios frente a la «feroz guerra» lanzada contra ellos.
La delegación persa también se reunió con el Ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, el cual dijo que los recientes acontecimientos han puesto en evidencia «quién está apoyando al terrorismo y quién está luchando contra él», según la agencia oficial.
El régimen chií de Irán ha sido un aliado clave del Gobierno de Al Assad desde el comienzo de la contienda en Siria, en marzo de 2011, frente al antagonismo de los países suníes del golfo Pérsico y Turquía.