Análisis de sangre que identifica violencia contra la mujer

Cada víctima tiene distintos motivos (emocionales, sociales o económicos) por los que decide no abandonar a su agresor. Independientemente de que la invadan sentimientos de culpa, vergüenza o miedo, a menudo alberga la esperanza de que su pareja cambie (con frecuencia cree en sus promesas) y la violencia desaparezca. Sin embargo, la realidad es otra.
Si bien para familiares y amigos esta conducta resulta imposible de entender, la ciencia se ha encargado de investigar y hoy se sabe que la responsable es la oxitocina.
Esta hormona que el organismo segrega durante el parto (para la contracción del útero y facilitar la salida del feto), posparto (para controlar la hemorragia) y lactancia, también participa en los sentimientos de amor y generosidad, incluso, hace que la persona confíe más en quienes la rodean.
La oxitocina es “fabricada” en grandes cantidades durante la actividad sexual (eso explicaría que algunas personas se sientan más atraídas hacia sus compañeros después del encuentro íntimo aunque solo sea una relación meramente sexual, en principio), por lo que fortalece los lazos que unen a las parejas y, al mismo tiempo, puede impedir que una mujer maltratada denuncie a su “verdugo”.
Hormona cortisol: respuesta al estrés
Investigadoras de la Universidad de Sevilla, España, aseguran que un simple análisis de sangre ofrece datos «fiables y objetivos» de un posible maltrato, esto tras comprobar que el nivel de oxitocina y cortisol se altera ante situaciones de intenso estrés prolongado, como el producido por la violencia de género.
Cabe mencionar que el cortisol es hormona esteroide secretada como respuesta al estrés y que afecta muchos sistemas corporales diferentes, entre ellos:
Aparato circulatorio.
Sistema inmunitario.
Metabolismo de grasas, carbohidratos y proteínas.
Sistema nervioso.
Huesos.
Cuando se vive continuamente dentro de un ambiente de violencia, lo natural sería que los niveles de cortisol en sangre estuvieran elevados, sin embargo, debido a que la oxitocina también es útil en caso de intenso estrés, puede anular los efectos de una constante producción de esta hormona. En pocas palabras, si un análisis sanguíneo muestra incremento de oxitocina, probablemente haya bajo nivel de cortisol.
Por tanto, este análisis sanguíneo puede constituir importante prueba para demostrar que el profundo apego que la mujer siente por su pareja de alguna forma le “impide” ver la realidad y alejarse de él, aunque su vida corra peligro a su lado.
Análisis de sangre, seguro de vida
Además de verificar el estado general de salud de la mujer, en la actualidad un examen de sangre puede ser motivo para recibir orientación y apoyo, a fin de cambiar su situación como víctima de violencia, por una oportunidad de vivir feliz y en plenitud.
Lo ideal sería que un análisis sanguíneo no tuviera que ser utilizado con estos fines, sin embargo, la realidad es que en ciertas condiciones puede usarse para proteger la vida y salud de una mujer maltratada. La violencia contra la mujer es un término aglutinante de todos los tipos de violencia ejercida contra este grupo de personas, siendo a menudo «consecuencia de la discriminación que sufre tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razones de género», aunque no toda la violencia contra la mujer puede identificarse solamente por su condición de mujer, por lo que es habitual que exista cierta confusión al respecto. Esta violencia presenta numerosas facetas que van desde la discriminación y el menosprecio hasta la agresión física, sexual o psicológica y el asesinato, manifestándose en diversos ámbitos de la vida social y política, entre los que se encuentran la propia familia, la escuela, la Iglesia, el Estado, entre otras. En 1994, en asamblea general, las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, y en 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países más, declarar el 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En febrero de 2008 el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon lanzó la campaña ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres proclamando el 25 de cada mes Día Naranja. Entre otras actividades, en ese día se invita a llevar alguna prenda de ese color para resaltar el llamamiento a erradicar la violencia contra la mujer. Ser niña sería uno de los factores de riesgo, junto con pertenecer a una clase desfavorecida o a una minoría. 250 millones de niñas en el mundo son casadas con menos de 15 años, siendo estas más vulnerables a la violencia ejercida por el esposo.