Rusia y Francia intensificarán y coordinarán sus ataques en Siria contra el grupo Estado Islámico, anunciaron sus respectivos presidentes, Vladimir Putin y François Hollande, en rueda de prensa.
«Los ataques contra Dáesh (acrónimo árabe del EI) se intensificarán y serán coordinados», declaró Hollande. Putin añadió que también aumentará «el intercambio de información», entre otros objetivos para «establecer un trabajo constructivo entre nuestros especialistas militares para evitar duplicados e incidentes».
Putin anunció que está dispuesto a cooperar en la lucha antiterrorista al recibir a Hollande, quien llegó este jueves a Moscú para intentar acercar las posiciones rusa y estadunidense.
Tras aterrizar en Moscú a comienzos de la noche, Hollande se dirigió directamente al Kremlin para encontrarse con Putin y llamar a la creación de una «amplia coalición» para «golpear en su médula al terrorismo».
El mandatario francés se refería en particular al grupo yihadista Estado Islámico (EI), que reivindicó los atentados en París del 13 de noviembre.
«Pensamos que esta coalición es absolutamente necesaria y en esto nuestras posiciones coinciden», señaló Putin, citando la necesidad de «unir los esfuerzos contra un mal común».
«Estamos dispuestos a concretar esta cooperación», destacó el presidente ruso al comienzo de sus conversaciones en el Kremlin con su par francés.
Continuando una intensa semana diplomática, Hollande recibió por la mañana en París al jefe del gobierno italiano Matteo Renzi, después de haberlo hecho con la canciller alemana Angela Merkel, y haber mantenido discusiones con el presidente estadunidense Barack Obama y el primer ministro británico David Cameron.
Este último pidió este jueves al Parlamento británico sumarse a los bombardeos contra el EI en Siria, alegando que Londres «no puede delegar su seguridad en otros países».
De momento, Gran Bretaña participa sólo en los bombardeos aéreos en Irak, dentro de la amplia coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos en este país y en Siria.
Al presentar su estrategia, Cameron descartó enviar tropas de tierra («sería contraproducente», dijo) y pidió «paciencia y persistencia» para destruir al grupo yihadista.