El 20% de la población a nivel mundial sufre rinitis alérgica

La rinitis alérgica o inflamación de la mucosa nasal es trastorno de las vías respiratorias que se caracteriza por uno o más de los siguientes síntomas:
Congestión nasal.
Estornudos.
Comezón (prurito).
Escurrimiento nasal (rinorrea).
Asimismo, con frecuencia se acompaña de molestias en ojos, oídos y garganta, las cuales pueden desaparecer espontáneamente o tras recibir tratamiento adecuado.
Más allá de la rinitis alérgica
Si bien la rinitis alérgica es una de las principales causas de escurrimiento, irritación, resequedad o congestión nasal, no es la única. Estos síntomas también pueden ser ocasionados por:
Rinitis vasomotora. Trastorno de origen desconocido que se caracteriza por estornudos en salvas (seguidos) principalmente por la mañana o ante estímulos diversos, entre ellos desencadenantes lumínicos, cambios bruscos de temperatura, humo, perfumes o productos de limpieza.
Infección sinusal. Las cavidades sinusales son espacios llenos de aire en el cráneo que pueden ser infectados por bacterias u hongos. Los organismos que más frecuentemente causan sinusitis son Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis. Pólipos nasales. Se trata de masas gelatinosas brillantes, grises o blanquecinas, semitransparentes, ocasionadas por enfermedades respiratorias como alergias, las cuales pueden favorecer la presencia de infecciones frecuentes, pérdida del olfato y dificultad para respirar.
Contaminación. Es importante destacar este punto, ya que recientemente, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente 2012 (celebrado el 5 de junio), la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ana Rosa Moreno, explicó que en México mueren al año 14 mil 734 personas debido a padecimientos relacionados con la mala calidad del aire, aunque esta cifra podría ser mayor debido a que hay un «subregistro» de casos. Asimismo, indicó que a nivel mundial 2.4 millones de individuos fallecen por causas relacionadas al daño ambiental, como infecciones respiratorias, bronquitis, neumonía y cáncer de pulmón, entre otras. Tú puedes miminizar los síntomas de rinitis alérgica. Para reducir los síntomas de rinitis alérgica se sugiere evitar las sustancias que producen reacción alérgica (alérgenos). Por ejemplo, se recomienda que las personas sensibles al polen permanezcan en espacios cerrados con aire acondicionado durante la primavera, cuando los niveles se elevan. Asimismo, existen medicamentos de venta libre eficaces en el tratamiento contra congestión nasal crónica, ya que actúan en la mucosa nasal y descongestionan la nariz, permitiendo el paso de aire y favoreciendo la sensación de alivio de uno de los más molestos síntomas de rinitis alérgica: el constante escurrimiento nasal. Además, contribuyen a aliviar la irritación y resequedad causada por polvo o contaminantes. No obstante, cabe mencionar que estos síntomas también suelen tratarse con oximetazolina, nafazolina, corticoides u otras sustancias sintéticas, las cuales pueden producir efectos adversos como resequedad nasal, sangrado frecuente, aumento de la presión en ojos (glaucoma), cataratas y fragilidad de huesos (osteoporosis), por lo que lo más indicado es acudir al médico para que sea él quien determine el mejor tratamiento a seguir según el caso particular de cada individuo. De acuerdo al estudio “Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma (ARIA)” en su revisión 2010. Congestión, irritación y resequedad nasal frecuentemente aquejan a quienes padecen rinitis alérgica (RA), trastorno considerado problema de salud pública que afecta a entre 10 y 20% de la población a nivel mundial. La rinitis alérgica es la inflamación del tejido interno que reviste la nariz (mucosa). Aparece en pacientes sensibles a determinadas sustancias que no afectan a la mayoría de las personas (alergenos), como polen, polvo, pelo de animales, hongos y ciertos alimentos.