Cada día los niños están expuestos a diferentes fuentes de tensión y, aunque parezca que no les afecta, ellos también sufren y lo manifiestan en su conducta. Según expertos 1 de cada 7 niños es vulnerable al estrés. Entre las diferentes situaciones que pueden causar estrés infantil se encuentran las visitas al médico, al dentista y en especial a las inyecciones. Evita inculcarle las visitas y tratamientos médicos como castigo. Ver películas o materiales diversos con escenas de terror o violencia suelen provocar estrés y pesadillas a los niños. Asegúrate de que estos contenidos sean adecuados para su edad, véanlos juntos y ayúdalos a comprender. Ahora los niños no solo deben preocuparse por sus deberes escolares sino hasta de su seguridad personal, ya que la alta incidencia de bullying (acoso escolar), se ha convertido en seria causa de estrés infantil. Cuando se enojan con sus hijos muchos padres sienten el impulso de golpearlos. Sin embargo, esto además de provocarle tensión al niño, lo hará una persona resentida, con baja autoestima y con miedo. Cuando un niño se torna violento debes ponerle atención, antes de discutir o reprenderlo. En muchos casos de abuso infantil, el gran estrés que les causa como víctimas es expresado con conductas agresivas. Si frecuentemente los niños son testigos de las discusiones entre sus padres, además de sufrir estrés su desarrollo resulta afectado de manera negativa y crecerán imitando esta forma de ser, pues no saben cómo expresar correctamente la ira. Denostar o burlarse del menor puede comenzar como broma o juego, pero puede llegar a convertirse en fuente de estrés y repercutir en su personalidad. Recuerda que es un ser en formación y maduración, por lo que necesita apoyo y orientación. Imponer a los niños tareas y responsabilidades de los adultos es otra fuente de estrés, además los expone a riesgos de salud al tratar de asumir roles que aún no les corresponden, de acuerdo a su edad, desarrollo físico y mental. Los niños que están expuestos constantemente a situaciones de estrés suelen manifestarlo con episodios constantes de llanto sin aparente consuelo, conducta agresiva, depresión o con síntomas de enfermedad como fiebre y dolor. Para reducir los factores que pueden ser causa de estrés infantil procura un ambiente de seguridad, protección y comunicación en tu hogar.
