Gastritis: Peligros de la autoprescripción

Es muy común en México recurrir a la opinión de un familiar, encargado de farmacia o hasta un anuncio en televisión para adquirir un medicamento y atender una enfermedad, antes que a la de un médico. Sin embargo, debemos señalar que no importa qué tan difundida o arraigada sea esta práctica, lo cierto es que resulta incorrecta porque implica importantes peligros para la salud. Cuando hablamos de autoprescripción “nos referimos a aquella persona que toma medicamentos sin que un especialista los recete ni haya analizado su caso.
Este problema es frecuente y representa un peligro latente para el enfermo, ya que puede provocar complicaciones graves y, en casos extremos, la muerte”, indica el Dr. José Daniel Vázquez García, director de la Unidad de Medicina Familiar No. 222, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el Estado de México (centro de la República). Más aún, comenta el experto, hasta los fármacos que nos parecen más familiares e inofensivos son capaces de desencadenar reacciones indeseables o adversas, también llamadas efectos secundarios, “por tal motivo es fundamental consultar a un médico para que valore los antecedentes de salud del paciente y así prevenir alguna complicación o afectación del organismo”.
En este sentido, la gastritis o inflamación del tejido que cubre el interior del estómago (mucosa) es claro ejemplo de los problemas relacionados con la autopres-cripción, ya que, por desgracia, alto porcentaje de quienes sufren esta afección (se estima que 8 de cada 10 mexicanos la padecen o padecerán en algún momento de su vida) suelen incurrir en esta práctica y sufrir sus consecuencias. El gastroenteró-logo y endoscopista gastroi-ntestional Daniel Torres Rubí, dedicado a la consulta privada en la Ciudad de México, explica que la gente puede suponer que sufre gastritis “cuando tiene síntomas como ardor o dolor en la boca del estómago, agruras, náuseas o vómitos; no obstante, este autodiagnóstico y su consecuente autoprescripción pueden ser letales, ya que estas manifestaciones también se presentan en casos de cáncer, daño de páncreas, corazón o hígado, úlceras y tumores benignos, entre otros”. Esto significa que si la persona no sufre gastritis, sino otra enfermedad de mayor gravedad y trastornos parecidos, el consumo de fármacos sin la aprobación de un facultativo le llevará a controlar momentáneamente sus síntomas y a perder tiempo valioso para la detección y tratamiento de su afección. Además de esto, precisa el Dr. Torres Rubí, hay ocasiones en las que el diagnóstico de gastritis no es tan sencillo como se piensa, ya que “el paciente debe someterse a análisis de sangre, radiografías, estudios de endoscopía y toma de muestras de tejido del estómago (biopsia), a fin de descartar problemas más severos y llevar registro completo de sus antecedentes clínicos”.
Más aún, señala el gastro-enterólogo, incluso en caso de que el paciente atine en su autodiagnóstico y, efectivamente, padezca gastritis, la atención de esta afección no sólo requiere medicamentos (que en ocasiones deben ser de diferentes tipos, según el criterio del médico), pues “también se necesitan cambios en hábitos y alimentación que deben incluir disminución en el consumo de grasas, irritantes y condimentos, además de que se deben moderar las bebidas alcohólicas y evitar el tabaco”.
También es indispensable incrementar el consumo de frutas y verduras, sin olvidar que es necesario ingerir 2 a 3 litros de agua al día (8 a 12 vasos) y practicar ejercicio de manera regular, al menos media hora diaria. Otro aspecto que menciona el Dr. Daniel Torres es que la gastritis se ha asociado en 90% de los casos con la presencia de la bacteria.
Este hecho es importante si tomamos en cuenta que este microorganismo no sólo se trata con antiácidos (que son los productos que habitualmente se autoprescriben), sino que en ocasiones debe atacarse con antibióticos (si no se administran la infección no desaparecerá, y cuando se utilizan inadecuadamente pueden producir cepas resistentes).

Por todo lo anterior, queda claro que lo mejor ante la sospecha de padecer gastritis es consultar a un especialista para que determine el tratamiento a seguir, ya que la autoprescripción puede aminorar las molestias, pero no erradicar la enfermedad, e incluso llega a ocultar otros problemas de salud. Empero, debemos indicar que no son las únicas dificultades que ocasiona esta práctica.

Usos y abusos
El Dr. José Marín Alvarado, especialista en Medicina Interna del IMSS, Delegación Yucatán (sureste de México), comenta que el uso frecuente de antiácidos para aliviar malestares estomacales ocasionados por acidez y gastritis puede ser contraproducente, debido a que existe el riesgo de que se desarrollen otros problemas.

Los antiácidos elaborados a base de sales de aluminio y calcio, comenta, “generan menor movimiento intestinal, por lo que su uso excesivo condiciona estreñimiento. Esta es razón suficiente por la que no hay que autoprescribirse y, más bien, por la que debemos controlar la gastritis con asesoría médica, disminuyendo el consumo de irritantes y evitando ayunos prolongados y el sobrepeso”.

En este sentido, un estudio de la Universidad del Sur de California (USC), en Estados Unidos, ha permitido especificar el tipo de efectos secundarios que pueden ocasionar el consumo de antiácidos en exceso, dependiendo del tipo de minerales que contengan.

Así, explica el Dr. Robert Rude, coordinador de la investigación, el abuso de medicamentos con calcio para neutralizar la acidez estomacal puede desencadenar la formación de cálculos o “piedritas” en los riñones, mientras que el de los productos con magnesio llega a causar diarrea y, de hecho, en pacientes con problemas renales existe la posibilidad de que presenten presión arterial baja o dificultades respiratorias que ocasionen la muerte.

Finalmente, detalla el informe, la ingesta excesiva de antiácidos con aluminio genera osteomalacia, enfermedad que produce huesos frágiles y dolorosos. Por ello, el Dr. Rude advierte que “una persona que continuamente necesita tomar este tipo de medicamentos debe consultar a un especialista” en vez de seguir autoprescribiéndose.

Dicho todo esto, queda claro que la atención a la gastritis debe correr a cargo de un médico especializado (familiar, gastroenterólogo), mismo que se encuentra capacitado para prescribir la dosis adecuada de fármacos para cada paciente de acuerdo con su edad, género y actividades cotidianas.