Anticuerpos anti-VIH (Prueba de ELISA)

Cabe mencionar, que según los especialistas la medición de anticuerpos en plasma o suero mediante ELISA es el método de rutina más sensible para la detección de anti-cuerpos anti-VIH.
¿En qué consiste la prueba para detectar anticuerpos anti-VIH?
Sólo se requiere extraer una muestra de sangre, pinchando alguna vena con una jeringa con aguja, generalmente de algún brazo.
Dicha muestra sanguínea se recolecta en un tubo de ensayo, el cual se envía al laboratorio para su análisis a cargo de personal profesional y capacitado, quien determinará la presencia de anticuerpos anti-VIH, que el organismo genera ante este virus.
¿Qué preparación se requiere para efectuar la prueba de anticuerpos anti-VIH?
En general, no se requiere alguna preparación especial, sin embargo, varios laboratorios indican 8 horas de ayuno antes de la extracción de la muestra de sangre.
¿La prueba de ELISA tiene algún riesgo?
No implica mayor riesgo, solo aquellos derivados de la toma de muestra de sangre, pues dependiendo de las características de las venas de cada persona, podrían ocasionarse lesiones en algunos casos, como hemorragia excesiva, desmayo, sensación de mareo, moretón y un riesgo muy leve de infección por ruptura de la epidermis.
Sin embargo, el uso de material estéril a cargo de personal capacitado se previene el riesgo de infecciones y/o complicaciones durante el procedimiento.
Resultados positivos y negativos de la detección de anticuerpos anti-VIH Recuerda que sólo el médico puede interpretar los resultados de la prueba y evaluar cada caso en particular, a fin de determinar un diagnóstico certero.
Los resultados se consideran normales si la prueba salió negativa, es decir, sin signos de anticuerpos contra el VIH (anti-VIH), por lo cual no existe riesgo de desarrollar SIDA.
Sin embargo, las personas con infección temprana por VIH (llamada infección aguda o infección primaria por VIH) comúnmente dan negativo en el examen.
Ya que existe el periodo denominado de ventana inmunológica, es decir, el tiempo entre la infección y la aparición de anticuerpos anti-VIH que puedan ser detectables para su cuantificación.
Por ello, se recomienda repetir la prueba seis meses después, así como complementarla con otros análisis como el Western inmunoblot, que también es útil para la detección de este tipo de anticuerpos.
Los resultados se confirman con pruebas complementarias, o ensayos de inmunofluorescencia indirecta.
Si el resultado es positivo se considera anormal, aunque esto no significa precisamente que la persona se encuentre infectada por VIH, pues algunas afecciones como la enfermedad de Lyme, sífilis y lupus pueden provocar que se presente un falso positivo en la prueba de ELISA.
Para la repetición de la prueba o confirmación del resultado o grado de exposición al virus también se deben considerar factores de riesgo del paciente como:
Práctica regular de sexo sin protección.
Promiscuidad.
Homosexualidad.
Uso de drogas inyectables.
Se dedica al sexoservicio.
Transfusiones de sangre.
Si se sometió a procedimientos quirúrgicos.
Si se hizo tatuajes y en qué condiciones.
Si sufre de afecciones como sarcoma de Kaposi o neumonía.
Identificar en etapa temprana la infección por VIH favorece la esperanza de vida del individuo al contar con mayor oportunidad para indicar el tratamiento adecuado.
El procedimiento estándar para la detección de anticuerpos anti-VIH es el ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA, por sus siglas en inglés).
Que consiste en serie de pruebas sanguíneas a fin de diagnosticar la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), responsable del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).