La directora del IPBA Martha Eugenia Ocaña Gómez, inauguró la Ceciliada 2015

Este sábado 21 de noviembre se inauguraron con gran éxito las actividades, en celebración por el día del músico, en el Instituto Potosino de Bellas Artes, en una nueva edición de la Ceciliada 2015.
En esta ocasión a directora del Instituto Potosino de Bellas Artes, Martha Eugenia Ocaña Gómez ofició la ceremonia de inauguración, en la que se dirigió a los presentes haciendo hincapié en la labor que realiza el IPBA, por la búsqueda de compartir el quehacer cultural con el público, e invitando a los asistentes a disfrutar de los grupos que se estarán presentando a lo largo del día. Las actividades comenzaron en punto de las 10:00 horas en la Galería Antonio Rocha Cordero donde el Cuarteto de Guitarras Clásicas «Alfonso Moreno» presentó un programa clásico. Posteriormente, participó el Coro y la Rondalla del Colegio de Bachilleres Plantel 19, estos jóvenes deleitaron al público con su talento. Posteriormente se presentaron los alumnos de piano de las maestras Karla Delgado y Rosa Romo; la primera de ellas también ofreció unas piezas como solista. Las actividades continuarán con los alumnos de guitarra clásica del maestro Noé Lárraga quienes mostrarán lo aprendido, y su maestro se presentará después de ellos. Los alumnos de la Escuela de Iniciación Artística Asociada se unen un año más al festejo bajo la dirección de la maestra Leticia Almazán.
Habrá un receso de las 14:00 a las 16:00 horas.
Por la tarde el grupo Imperio de la Cumbia reanuda las actividades. Le sigue un ensamble de guitarras clásicas del IPBA, la Estudiantina Guadalu-pana, el grupo Rracoons, fusión de rock en español; el grupo Simulacro, de rock alternativo en español, y después la rondalla Luz de Luna.
A partir de las 19:00 horas se presentarán los grupos Argonautas de Terciopelo, New Wave, SUR y La Flota Musci para finalizar el programa. La entrada es libre. Para mayores informes pueden visitarnos en Facebook y Twitter como Instituto Potosino de Bellas Artes. La referencia histórica más antigua sobre Cecilia se encuentra el Martyrologium hierony-mianum, lo que indica que en el siglo IV la Iglesia romana ya la conmemoraba. En este martirologio el autor menciona su nombre el 11 de agosto, que es la fiesta del mártir Tiburcio.Pero evidentemente se trata una adición equivocada y tardía, debido al hecho de que este Tiburcio, que fue enterrado en la vía Labicana, fue identificado erróneamente con Tiburcio, el cuñado de Cecilia mencionado en las Actas de santa Cecilia (ver más adelante).
En el mismo martirologio se la menciona el 16 de septiembre, con una nota topográfica: «Appiâ viâ in eâdem urbe Româ natale et passio sánctæ Cecíliæ virginia» («en la vía Apia de la ciudad de Roma, nació y murió santa Cecilia virgen»). El 16 de septiembre podría ser el día del entierro de la mártir. La fiesta de la mártir que se menciona el 22 de noviembre, en cuyo día se celebra todavía, fue preservada en el templo dedicada a ella del barrio romano del Trastévere. Por consiguiente, su origen probablemente se remonta a esta iglesia.
Las primeras guías medievales de los sepulcros de los mártires romanos señalan su tumba en la vía Apia, al lado de la cripta de los obispos romanos del siglo III.1
De Rossi localizó el sepulcro de Cecilia en las catacumbas de Calixto, en una cripta adjunta a la capilla de la cripta de las papas; un nicho vacío en una de las paredes que probablemente contenía un sarcófago.
Entre los frescos posteriores que adornan la pared del sepulcro, aparece dos veces la figura de una mujer ricamente vestida, y aparece una vez el papa Urbano I (quien ?según las Actas de santa Cecilia? había tenido una estrecha relación con la mártir).
Venancio Fortunato, obispo de Poitiers muerto en el año 600, en su libro Miscellánea (1.20 y 8.6) escribió que entre los años 176 y 180 (en la época del emperador Marco Aurelio) había muerto una Cecilia en la isla de Sicilia. Ado de Viena, en su Martirologio del año 858, incluye a Cecilia de Roma para el día «22 de noviembre» y sitúa el momento de su muerte en el reinado de Marco Aurelio y Cómodo (aproximadamente hacia el año 177).
De Rossi (en Sotterránea de Roma, 2.147) sugiere que la declaración de Venancio Fortunato es la más segura históricamente.
En otras fuentes occidentales de la baja Edad Media y en el Synaxaria griego.