Bélgica amplió el domingo su búsqueda de extremistas islámicos armados cuya presencia ha puesto a Bruselas en estado de alerta máxima, luego de que las autoridades dijeron que había más de un militante suelto en la ciudad.
Bélgica está en el centro de las investigaciones sobre los atentados de París del13 de noviembre, en el que murieron 130 personas, después de la aparición de vínculos con Bruselas, y en particular con el barrio pobre de Molenbeek.
Dos de los atacantes suicidas de París, Brahim Abdeslam y Bilal Hadfi, habían estado viviendo en Bélgica. El presunto extremista fugitivo Salah Abdeslam, el hermano de 26 años de Brahim, escapó a Bruselas desde París poco después de los ataques.
Al ser consultado si el máximo nivel de alerta de seguridad de Bruselas estaba relacionado sólo con Salah Abdeslam, el ministro del Interior, Jan Jambon, dijo al canal VRT «desafortunadamente, no».
Es una amenaza que va más allá de sólo esa persona. Estamos investigando más cosas, por eso es que hemos dispuesto tal concentración de recursos», agregó.
El alcalde del distrito Schaerbeek de Bruselas, Bernard Clerfayt, dijo al canal RTBF que había «dos terroristas» en el área de Bruselas listos para hacer daño.
Mohamed Abdeslam, hermano de Brahim y Salah, pidió a Salah en una entrevista en la televisión RTBF que se entregara, y agregó que cree que Salah aún está vivo porque cambió de opinión a último momento mientras estaba en París.
El centro belga de crisis, un órgano estatal que asesora al Gobierno en materia de seguridad, dijo el domingo que mantenía el nivel máximo de alerta, el cuatro, por una amenaza «seria e inminente de ataque».
Funcionarios inteligencia, de la policía y del poder judicial dijeron que el nivel sería revisado a lo largo del día.
Las autoridades belgas llamaron al público a evitar multitudes en la capital y además cerraron museos, cines y centros comerciales.