EPOC, ¿insistes en seguir fumando?

Cada vez se escuchan más comentarios en medios informativos sobre la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tema que si bien es motivo de creciente interés, aún motiva numerosas preguntas. Aunque no es padecimiento reciente (mineros o trabajadores expuestos al humo de carbón u otras fuentes energéticas lo han sufrido tiempo atrás), genera numerosas consultas a centros de salud debido al aumento de la contaminación del aire y, sobre todo, al incremento en el hábito de fumar. Los signos de EPOC se manifiestan con dificultad para respirar (disnea) y tos leve persistente que puede o no producir mucosidad. Conforme la afección progresa, los problemas para tomar aire van limitando la capacidad del individuo para efectuar sus actividades, de ahí que actualmente se considere como una de las principales causas de incapacidad laboral que, entre otras, ubica a las enfermedades cardiacas, diabetes y lumbalgia (dolor en la espalda baja). Además, se estima que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica constituye el padecimiento más común de los males crónicos que dañan al pulmón, y es más frecuente en hombres que en mujeres (aunque la cifra de féminas se ha incrementado de manera importante). Bronquitis crónica y enfisema: dos caras del mismo ma. El término enfermedad pulmonar obstructiva crónica engloba dos padecimientos: bronquitis crónica y enfisema; sin embargo, hay quienes consideran que también debe incluir a otros problemas de salud, como asma. Cabe agregar que el significado de EPOC hace referencia a una limitación que permanece de por vida (de ahí que se le llame crónica) del flujo de oxígeno. Con anterioridad se catalogaban a bronquitis crónica y enfisema como alteraciones distintas, pero ambas afectan a las secciones más finas de los pulmones (pequeñas vías aéreas), además de que comparten un conjunto de signos y síntomas que permiten clasificarlas como dos manifestaciones de un mismo trastorno. Primeramente, cabe decir que la estructura pulmonar es similar a la de un árbol, es decir, del «tronco» (tráquea) se derivan los bronquios, ramificaciones anchas de las que nacen otras más pequeñas denominadas bronquiolos; siguiendo la metáfora, las hojas o terminaciones donde ocurre el intercambio de aire serían diminutos sacos en forma de racimos de uvas que se conocen como alvéolos.
Así, podemos entender que la bronquitis crónica afecta a los bronquiolos, causando hinchazón y la aparición de cicatrizaciones considerables en sus paredes, lo que impide la adecuada captación de oxígeno. Esto se manifiesta exteriormente en forma de tos persistente que puede empeorar con el clima, aunque no se debe a una causa externa, por ejemplo, infección por virus o bacterias. Por su parte, el enfisema pulmonar consiste en un ensanchamiento de los alvéolos y la destrucción de sus paredes, de modo que el aire que se respira no es recibido adecuadamente y tampoco llega con propiedad a la sangre. Los síntomas previos a esta fase de la EPOC incluyen falta de aire, tos y fatiga al realizar actividades comunes.
Síntomas de EPOC causan daños irreversibles
Cuando un fumador o persona expuesta a ambientes muy contaminados respira sustancias peligrosas (tóxicas), se desencadena un sistema de defensa en sus pulmones que consiste en la segregación de sustancias específicas (enzimas) con la finalidad de brindar protección.
Sin embargo, en caso de que este mecanismo se someta a grandes exigencias debido a la aspiración repetitiva de tóxicos, se vuelve contra el individuo y daña sus propio sistema respiratorio.

Cabe resaltar que las lesiones en las pequeñas vías aéreas son irreversibles, por lo que las personas afectadas están más expuestas a desarrollar cáncer de pulmón que cualquier otra. Asimismo, la dificultad para respirar (por deficiente función pulmonar) puede influir en el desarrollo de futuros problemas cardiacos.

Factores de riesgo para enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Se conocen numerosas causas de EPOC que pueden provocar o agravar este padecimiento, las cuales se describen a continuación por orden de importancia:

Tabaquismo. Es responsable del 80% de los casos de EPOC, siendo más vulnerables quienes consumen cigarrillos que quienes fuman tabaco en pipa o habanos. Con el paso de los años, la función pulmonar se va perdiendo, y se estima que entre el 10 y 15% de las personas que fuman desarrollan la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

También se ha demostrado que los fumadores pasivos (aspiran el humo de quienes consumen tabaco) son más propensos a enfermedades respiratorias que quienes están libres de agentes tóxicos; especialmente, se ha observado que los niños expuestos al humo se encuentran predispuestos a padecer bronquitis crónica en la edad adulta.

Contaminación atmosférica. El incremento de partículas y gases anómalos en la atmósfera también entraña riesgos; se sabe que el monóxido de carbono y el óxido de sulfuro procedentes de la combustión de gasolina, hidrocarburos de automóviles o el ozono, por citar algunos ejemplos, producen irritación de las vías respiratorias y dificultan el transporte del oxígeno por el cuerpo.

De hecho, la bronquitis crónica es dos veces más frecuente en zonas industriales y grandes ciudades que en el campo. Este factor, combinado con el tabaco, constituyen las principales causas de EPOC en la mayoría de casos de la afección.

Infecciones. Raras veces la acción de microorganismos es motivo inicial de este padecimiento, pero puede ser responsable de que se agrave una irritación desencadenada por los dos factores anteriores. Por otro lado, una infección puede generar posteriores brotes del trastorno, y se ha observado que la repetición de enfermedades pulmonares en la infancia predisponen a EPOC en la edad adulta.

Actividades en ambiente contaminado. Trabajar o pasar mucho tiempo en ambientes con vapores químicos o polvo no tóxico puede conducir a males crónicos que afectan al pulmón, como EPOC. En México, es también un problema de salud en mujeres que emplean leña para cocinar. Las sustancias irritantes generan la inflamación de los alvéolos, y si dicho problema se padece durante tiempo prolongado, puede evolucionar hacia daño permanente.

Tratamiento para enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Aunque no puede curarse, el tratamiento de EPOC adecuado y el apego a hábitos saludables pueden mejorar la calidad de vida, aumentar la tolerancia a la actividad física y reducir posibles complicaciones en la persona afectada.

El responsable de prescribir medicamentos en estos casos es un médico internista o un neumólogo y, por lo general, indicará el uso de broncodilatadores (disponibles en jarabes, comprimidos o aerosol), que ayudan a que el oxígeno se introduzca en los pulmones.

También suele recomendarse la aplicación de vacunas antigripales y contra la neumonía para prevenir el riesgo que las infecciones representan a la salud de una persona con EPOC, y en caso que se presenten enfermedades por bacterias, el especialista se encargará de administrar antibióticos.

Igualmente, el tratamiento de EPOC contempla un programa de ejercicio moderado que ayude a los pacientes a llevar una vida más activa; en efecto, el deporte no mejora la función de los pulmones, pero aumenta la tolerancia al esfuerzo, ya que permite al corazón y músculos utilizar el oxígeno disponible en forma eficiente. La actividad a realizar será supervisada por el médico, quien puede indicar el uso de broncodilatadores para facilitar el desempeño.

Asimismo, es necesario hacer especial énfasis en hábitos nutricionales adecuados, tanto para mejorar la resistencia a infecciones como para proporcionar los elementos necesarios para realizar apropiadamente las actividades cotidianas.

Debido a que hay casos de personas que experimentan dificultad para respirar mientras comen, el médico sugerirá al paciente que realice comidas más ligeras, pero más frecuentes; asimismo, puede indicar el consumo de suplementos nutricionales si se sospecha que la alimentación es insuficiente.

Además, resulta fundamental que las personas con EPOC permanezcan bien hidratadas, por lo que beberán al menos ocho vasos con agua al día, ya que así ayudarán a mantener un funcionamiento pulmonar más adecuado y una tos más suave.

Otras medidas dentro del tratamiento para enfermedad pulmonar obstructiva crónica que se recomienda adoptar son:

Evitar áreas cerradas donde se encuentren fumando otras personas.
Disminuir al máximo el contacto con personas que sufren resfriado o gripe.
Acudir al médico en cuanto se manifieste el primer signo de una infección respiratoria.
Respirar siempre por la nariz.
Utilizar bufanda sobre boca y nariz durante los días fríos, particularmente en invierno.
Permanecer en casa con las ventanas cerradas en días en que la concentración de ozono u otros contaminantes sea elevada.
Evitar respirar polvo, pintura, gasolina, aerosoles y, en general, toda sustancia tóxica e irritante.
Si el aire del hogar es muy seco, se puede recurrir al uso de humidificadores.
Cómo prevenir la EPOC: cero tabaquismo
Muchas personas que han visto cómo familiares afectados por EPOC van experimentando poco a poco un deterioro en su calidad de vida, muestran marcado interés por tomar medidas que las protejan contra el riesgo de sufrir esta enfermedad.

Así que ante la pregunta sobre cómo prevenir la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cabe decir que la clave está en erradicar definitivamente el consumo de tabaco, crear conciencia sobre el riesgo que corren los fumadores pasivos y colaborar en las medidas necesarias para mantener un medio ambiente limpio y benévolo con nuestro sistema respiratorio.

El esfuerzo bien puede valer la pena, ya que es una forma de prevenir el paulatino deterioro de la salud que en general ocasiona la EPOC.