Tres horas bajo el terror; mexicana narra ataque en Bataclan

CIUDAD DE MÉXICO. A través de Facebook, el empresario moreliano Juan Pablo Arroyo,  director de Grupo Caasa y padre de Natalia, describió este suceso como el más desesperante de su vida y compartió lo que su hija vivió cuando escuchaba la música del grupo Eagles of Death Metal.

Ubicada en un palco del recinto, Natalia recuerda que apenas habían tocado cuatro canciones cuando los sonidos de balazos comenzaron y las bocinas explotaban. La gente no sabía lo que pasaba, creyeron sólo eran problemas de audio.

Cuando vimos a los integrantes de la banda salir corriendo del escenario al ver lo que pasaba en el ruedo nos asustamos y vimos muchos muertos abajo y seguían los disparos”, comentó.

El palco de arriba se vació”, detalló. Pecho tierra, ella y los demás sobrevivientes se arrastraron a un cuarto que daba hacia el techo, sin escaleras, sólo había “un hoyo”. Ahí cerraron la puerta, dejaron a cuatro personas detrás porque uno de los atacantes se dirigía hacia ellos.

En el cuarto, detrás de la puerta, un hombre tomó un extintor para golpear al victimario en caso de que entrara, no lo hizo, sólo movía la manija, “no entendimos por qué no disparó a la puerta”.

Con la tensión y moviéndose pecho a tierra, Natalia decidió que era “absurdo” continuar cargando su bolsa, así que la dejó sin olvidar su cartera, se arrastró lo más rápido que pudo y corrió hacia la puerta.

Le rogué a las personas que me subieran cuando dejé de ayudar yo a empujar gente hacia arriba, y ya que me ayudaron a subir me aventaron y me pegué en la cabeza. Me ayudó un chico a pararme y me dijo que corriera por todo el techo hasta la ventana de la casa del vecino. Entré al cuarto agradeciendo a las personas, era como una sala grande con varias ventanas y éramos 50 personas”, explicó.

El ataque persistía cuando llegó a la casa junto con los sobrevivientes. Sin saber si quienes los ayudaron a subir seguían con vida, la casa cerró sus puertas y las luces se apagaron, en ese momento los sonidos que indicarían un territorio en guerra continuaban.

Los balazos de la metralleta y las granadas se escuchaban cerca y fuerte”, describió.

Fueron las tres horas de silencio. Tres horas con 50 personas acostadas en la misma situación de tensión. Tres horas de evitar que el celular fuera visto por los atacantes.

Esperamos durante tres horas a la policía, escuchábamos los balazos y explosiones. Todos estábamos asustados”, escribió.

Los muertos de Bataclan

Natalia rememora la peor parte del atentado que vivió desde las entrañas de uno de los monumentos históricos de Francia, en el que sólo en ese lugar perdieron la vida 89 personas.

En medio del caos, la joven vio los cuerpos que quedaron en la sala teatral, en ese instante pensó enviar un mensaje de despedida.

La peor parte fue cuando vi a todos los muertos abajo y me tiré pecho tierra, saqué mi celular y pensé en mandarles un mensaje para despedirme, pero luego vi que la gente estaba arrastrándose hacia un cuarto y los seguí. Ésa fue la peor parte, al arrastrarme por detrás, me quedé sola por un momento y sólo podía escuchar los balazos fuertísimos y el olor a pólvora, no podía creer lo que estaba pasando”, finalizó.