WASHINGTON.El director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), John Brennan, comentó que “la agenda del Estado Islámico es matar” y “ningún país es inmune”, durante un foro sobre seguridad global organizado en Washington por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
Sobre los atentados de París, Brennan afirmó: “Yo anticiparía que no es la única operación que el Estado Islámico tiene en proyecto”.
Mientras, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y otras agencias federales están colaborando con Francia para esclarecer los atentados, según anunció la fiscal general, Loretta Lynch, quien sostuvo que el país toma en serio “cualquier amenaza”.
Lynch pidió a los estadunidenses que se “mantengan vigilantes y alerta, pero que no cambien su modo de vida ni sus valores”.
En un video difundido en internet por la filial del EI en la región iraquí de Kirkuk y cuya autenticidad no se ha podido verificar, los yihadistas amenazaron ayer con atacar a Estados Unidos, Australia, Canadá y Bélgica, entre otros, “si persisten los bombardeos contra los musulmanes”.
EU no cambiará su estrategia
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió ayer su estrategia para combatir al Estado Islámico (EI) y sostuvo que dará resultados, al descartar un cambio en la campaña militar contra los yihadistas tras los atentados en París.
En una conferencia de prensa al término de la cumbre del G20, Obama subrayó que sería “un error” enviar un gran número de tropas a Siria para combatir sobre el terreno al EI, al estilo de las guerras en Irak y Afganistán, y sostuvo que es una opinión compartida con sus asesores militares y civiles.
“Supongamos que fuéramos a enviar 50 mil tropas a Siria. ¿Qué sucede si hay un ataque terrorista generado desde Yemen? ¿Enviamos más tropas allí? ¿O tal vez a Libia?”, reflexionó Obama.
La estrategia contra el EI “será la que al final servirá, pero tomará su tiempo”, enfatizó el mandatario.
A finales de octubre, Obama modificó levemente su estrategia al enviar, por primera vez, un reducido número de tropas para asesorar a los opositores al régimen de Bashar Al-Assad.