Líderes mundiales prometieron el domingo una vigorosa respuesta ante la serie de ataques terroristas del grupo Estado Islámico en París, durante la jornada inaugural de una cumbre de dos días en Turquía.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama dijo que la violencia del viernes fue «un ataque al mundo civilizado», mientras el mandatario ruso, Vladimir Putin, hizo un llamado a emprender «esfuerzos globales» para confrontar la amenaza.
Sin embargo, más allá de las críticas y las llamadas a la acción, no hubo grandes indicios de cómo los líderes pretenden combatir al grupo extremista.
Los ataques en el corazón de Europa -aunados a incidentes previos en Líbano y Turquía, así como el derribo de un avión ruso de pasajeros en Egipto- dejan entrever que el grupo Estado Islámico se expande más allá de su base en Irak y Siria, ante el temor de Occidente.
Los cielos se han oscurecido por los horrendos ataques en París hace apenas día y medio», dijo Obama poco después de llegar a Antalya, un centro turístico de playa a unos cientos de kilómetros de la frontera con Siria.
No respondió a una pregunta de la prensa de si autorizaría acciones adicionales contra el grupo EI.El mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, anfitrión de la cumbre, prometió que los líderes producirán «un fuerte mensaje» sobre el combate al terrorismo internacional, aunque tampoco delineó pasos específicos.
Putin pidió a las naciones colaborar con los esfuerzos para combatir el terrorismo y agregó que la lucha debe ser dentro de las leyes internacionales, la Carta de Naciones Unidas y los derechos e intereses soberanos de cada país.
Entendemos muy bien que solo es posible lidiar con la amenaza de terrorismo y ayudar a millones de personas que perdieron sus hogares si se combinan los esfuerzos de toda la comunidad global», afirmó Putin.
Aunque funcionarios de Estados Unidos informaron que Obama vio los ataques a Francia como un acto de guerra, advirtieron que no tiene planes de transformar su estrategia para desmantelar al Estado Islámico y dijo que sigue opuesto completamente a una guerra terrestre por parte de soldados de Estados Unidos en Siria.
En su lugar, pronosticaron una expansión en los pasos que ya toma el país, principalmente con bombardeos aéreos y entrenamiento y equipamiento de misiones rebeldes en Siria.
Los actos violentos en París dispararon la urgencia en la cumbre del Grupo de los 20 previamente programada. Se trata de una reunión anual entre las naciones más ricas y varias de las en vías en desarrollo.
En Turquía, cinco policías resultaron lesionados durante un atentado suicida en una redada policial en lo que se sospechaba era un escondite del Estado Islámico cerca de la frontera con Siria.
Las fuerzas turcas de seguridad también rodearon a unos 20 sospechosos de pertenecer al Estado Islámico alrededor de Antalya, antes de la realización de la cumbre.
Se anticipaba que la crisis en Siria fuera una de las prioridades en la agenda de los líderes dadas las enormes maniobras diplomáticas sobre la forma de dar fin a la guerra civil en ese país.
El conflicto ya está en su quinto año y ha dejado a más de 250 mil personas fallecidas y 11 millones de refugiados, creando un vacío para el surgimiento y crecimiento de grupos extremistas como el Estado Islámico.